Ruta de subida al Tozal de Palo
Una ruta circular de subida al Tozal de Palo (1173 m), con inicio y final en la población de Palo.
23-ene-2022 — Distancia: 8,2 km — Desnivel acumulado: 460 m
El Tozal de Palo, ese ancho monte redondeado e inconfundible desde la lejanía, rematada su cumbre de grandes antenas, que siempre sirve de referencia para ubicar al territorio de La Fueva; este ha sido el objetivo de hoy. Una exigente subida se centra en los primeros dos kilómetros del recorrido, requiriendo extremar un poco más el esfuerzo en los primeros inicios de la ruta, que ha dado comienzo junto a la iglesia de Palo, por un sendero que parte justo por detrás.
El pequeño caserío del pueblo de Palo se extiende a los pies del Tozal, ajustándose al desnivel de su ladera más oriental y al abrigo de los fríos de la cercana Peña Montañesa. En la parte más alta de la población se levanta la iglesia parroquial de San Martín (siglo XVII) —aunque, posiblemente, su atrio de entrada sea de época posterior—, con una sobresaliente y estirada torre que parece intentar acoger y proteger a todo el casco urbano.
El día era frío, con el mercurio marcando varios grados bajo cero. Había una buena cencellada, con un marcado grosor de cristales de hielo depositados sobre el suelo y la vegetación; parecía había nevado, señal de que las bajas temperaturas se hallaban instaladas desde hacía varios días.
El sendero sube deprisa, las lazadas se suceden con rapidez bajo el arbolado. La senda está en buenas condiciones. A medida que vas ganando altura, el panorama paisajístico se ensancha, mejoran las vistas sobre La Fueva y las sierras que la circundan.
No tardamos en llegar a la ermita de San Clemente (siglo XI), rehabilitada hace unos años y en buen estado de conservación —en tiempos sirvió de refugio a pastores y carboneros—. Los llanos de La Fueva, las sierras de Pallargüelo y Ferrera, además de la Peña Montañesa, a tu disposición; ¡un espectáculo!
El último tramo hasta la cima la senda se desliza bajo un espeso bosque de carrascas que te permite disfrutar de los nuevos paisajes. Asoman el Turbón y Cotiella, además de los Montes Malditos al fondo y un embalse del Cinca entre brumas, que hace de línea de separación entre las lomas decrecientes de las comarcas de Ribagorza, Sobrarbe y Somontano.
La ermita de San Pedro y Santa Bárbara (siglo XVIII), estratégicamente situada y rodeada de antenas, representa un excelente mirador para disfrutar del enorme tajo sobre el río Cinca, en lo que es el Congosto del Entremón.
Hacia el este, los montes o sierras de Troncedo y Trillo —en esta última sobresale el Tozal de San Marcos (1096 m)—, ambas sierras de similar altura al Tozal que ahora nos encontramos de Palo—. La sierra de Troncedo, que hace de línea divisoria con la cuenca del Ésera, es de ancha elevación, con barrancos profundos que acaban por verter sus aguas al Cinca.
Un pequeño valle, formado por el barranco de Salinas, nos enlaza con los solanos y las costeras de Trillo, entre montes intermedios y redondeados tapizados de carrascas y arbustos. Caneto y Clamosa,… quedan un poco más al sur, sobre unos territorios ásperos, sombríos, pedregosos y no muy fértiles, surcados de profundos barrancos.
Cierran el cuadro paisajístico por el mediodía, los terrenos de Secastilla con un recortado Santuario de Torreciudad, enriscado sobre pronunciadas vertientes, y las prolongaciones de las sierras de Naval y Olvena.
La extensa depresión margosa, formando parte de los llanos de Arcusa y excavada por los ríos Susía y Vero, con el fondo de las sierras de Sevil y Balcez, completan su lado más occidental, con los tozales de Asba (1441 m) y de Surta (1349 m) como puntos destacados.
El valle de La Fueva, en forma de artesa algo achatada, es surcado por los ríos de La Nata y Usía; ambos desembocan en el pantano de Mediano y están separados por la Sierra de Muro (1036 m), el Tozal de Charo (992 m) y el serrato de Griebal. Precisamente, esta ruta circular la cerramos bajando por una pista que desciende por la vertiente más umbría del tozal —hoy con buena cencellada—y que nos lleva al estrecho excavado por las aguas del río Usía en su camino hacia el río Cinca.
Finalizado el paseo, nos acercamos hasta el Santuario de Nuestra Señora de Bruis (siglo XVI), punto de encuentro y referencia de los pueblos de La Fueva y sus alrededores. Vale la pena acercarse hasta aquí. Un lugar donde hay albergue, se realizan colonias y tiene merenderos para pasar el día.
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