Ruta entre Troncedo y Tierrantona
De nuevo por la Comarca de Sobrarbe, aunque el recorrido ha sido por tierras del Valle de la Fueva, entre Troncedo y Tierrantona, pasando por los pueblos de Formigales y Morillo de Monclús. El Valle de la Fueva es una cubeta natural rodeada de estribaciones prepirenaicas, que llegan a conformar una subcomarca dentro de la propia Comarca de Sobrarbe, lindando con la de Ribagorza por el este y cercada por el oeste por el río Cinca (embalse de Mediano); está encajonada entre las sierras de Ferrera por el norte, la sierra de Pallaruelo con su pico Campanué por el este, los tozales de Trillo y Palo por el sur y el montículo de Muro de Roda por el oeste.
Realizamos el paseo el día 13 de abril de 2015, con inicio en el pueblo de Troncedo, junto al torreón de su ya desaparecido castillo, el cual se hallaba muy bien situado sobre un promontorio, con unas buenas vistas sobre La Fueva. El desnivel existente entre el inicio de la marcha y su finalización en Tierrantona, es de más de 400 metros, lo que ya da una idea de las fuertes pendientes, sobre todo en su primer tramo, entre Troncedo y Formigales.
Para el trayecto, elegimos el GR 1, pero la señalización del mismo, por lo menos en estos tramos, deja mucho que desear, con marcas muy alejadas entre sí y que han perdido mucha de su vistosidad, lo que nos ha obligado a estar siempre muy atentos al camino y aun con ello hemos perdido la traza en varias ocasiones obligándonos a cruzar “campo a través” en más de una ocasión. No es presentable que todo un GR 1 se hallen en tal mal estado de conservación las pinturas, las marcas y las tablillas de dirección.
Una vez finalizada la visita a Troncedo, nos dirigimos hacía Formigales por unos caminos y sendas bien conservados, jalonados por unas paredes de piedra que nos llaman la atención.
Llegando a Formigales ya destacan la torre de la iglesia y el torreón de la fortaleza casa-palacio del antiguo Barón de Pallaruelo. Este pequeño pueblo nos sorprendió por lo bien conservado y rehabilitado que está, el cual resultó ser muy agradable con unas buenas vistas.
Abandonamos el bonito pueblo de Formigales y nos dirigimos al de Morillo de Monclús. A partir de este momento comenzaron los problemas de orientación en el camino, pues las señalizaciones en el GR 1 eran muy deficientes.