Ruta por Grañén y Torres de Barbués
El itinerario de hoy, 20 de enero de 2016, no estaba marcado previamente por ninguna ruta senderista, simplemente fue diseñado para que acabara en el pueblo de Torres de Barbués, donde nació la madre de Gabriel, al que le hacía mucha ilusión poder visitar su lugar ancestral. La distancia recorrida ha sido alrededor de 15 kms., por un terreno llano y sin ninguna dificultad.
Comenzamos la caminata en Grañén para, a través de varias pistas agrícolas, visitar los pueblos de Almuniente, Barbués y Torres de Barbués, territorialmente enclavados al norte de la Comarca de Los Monegros prácticamente lindando con la Comarca de La Hoya de Huesca/Plana de Uesca, en una zona regada por el Canal del Flumen por su lado oriental y limitada su parte occidental por el Canal de Monegros, una vez que éste ha superado el llamado “Abrazo de Tardienta” entre las aguas del Gállego (embalse de La Sotonera) con las del Canal del Cinca (embalse de El Grado).
Hemos visitado la población de Grañén, cuyo desarrollo urbanístico se extiende sobre las faldas de un pequeño promontorio, donde se halla ubicada la iglesia parroquial de Santiago (siglo XVI), y que no llega a tener un patrón muy definido en lo que a urbanismo se refiere. Nos llamó la atención la suciedad que impera en determinadas calles del pueblo, sobre todo en lo que es su casco antiguo.
Cruzamos la vía del tren, en dirección al sur, para coger una pista agrícola que nos llevará hasta el desvío que tomaremos a nuestra derecha para dirigirnos a la ruinosa ermita de San Salvador, ya dentro del término municipal de Almuniente. Desde allí nos dirigimos hacía el pueblo de Almuniente.
Durante todo el recorrido se suceden grandes campos de cultivo, todos ellos puestos en regadío, algunos con modernos sistemas de irrigación y otros todavía con el modo antiguo de la tajadera y el riego por inundación, con todo lo que ello supone en cuanto a consumo de agua. El futuro de los regadíos de Los Monegros, y de sus ampliaciones, dependerá de que haya suficiente agua disponible, por lo que se impone una adecuada reestructuración parcelaria, así como una profunda modernización de los sistemas de riego y de recuperación y mejora de las aguas sobrantes; culminar los planes de riego puestos en marcha y realizar suministros a otras zonas para su desarrollo requiere nuevos aportes de agua para tiempos venideros, agua que, por otra parte, ha de ser suministrada y regulada por otras Comarcas, que también tienen sus propios planes de expansión y crecimiento. Una asignatura pendiente, la de la implantación de mejoras en los sistemas de regadío de esta zona, en la que deberán involucrarse, más pronto que tarde, tanto la administración como los propietarios de las parcelas, pues de lo contrario no faltarán problemas.
En Almuniente, destaca la iglesia de San Agustín, del siglo XVIII. Para coger el camino que nos llevará a Barbués, hemos cruzado todo el pueblo, con una tipología urbanística típica monegrina, estrechas calles y casas de planta baja con uno o dos pisos. Un poco antes de salir de la población, nos hemos encontrado un crucero con un fuste de cemento, como queriendo imitar a un tronco de árbol, con un resultado final estético no muy logrado por cierto.
En el paisaje monegrino, donde existen dos áreas claramente diferencias, el secano y el regadío (la primera esteparia y de un color parduzco y la segunda una gran mancha verde gracias a la implantación de los regadíos), impera un territorio de extensas llanuras salpicadas con multitud de granjas, pudiendo obtenerse unas excelentes vistas del Pirineo y de las sierras de Guara y Alcubierre. Su relieve actual se lo debe a la evolución geomorfológica que con carácter general sufrió la Cuenca del Ebro desde finales del Mioceno (23 mills/años), al quedar conectada con el Mediterráneo mediante el sistema de drenaje que supuso el río Ebro y la compleja red hídrica que comenzó a formarse a partir de entonces.
Llegamos a Barbués, pequeño núcleo situado a orillas del río Flumen, donde destaca su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción (siglo XVI) y un antiguo castillo (siglo XV) en estado ruinoso, que llegó a ser reutilizado como vivienda o granero e incluso como Club Social y tienda de alimentación hasta la pasada década de los sesenta. Este es un pueblo que tiene una cierta solera, con unas casas muy arregladas cuya datación podríamos cifrarlas en los siglos XVII/XVIII.
Una vez conocido el caso urbano de Barbués, nos dirigimos a orillas del río Flumen por cuya margen derecha cogemos un camino que nos llevará a nuestro destino final, Torres de Barbués. El río Flumen, puede considerarse como el eje central de nuestra caminata de hoy, pues, desde nuestra partida en Grañén hasta acabar el recorrido no nos hemos alejado mucho de su zona de influencia. Discurre encajonado y flanqueado por una vegetación de ribera, en la que predominan los árboles de tipo caducifolio (chopos, sauces, álamos, fresnos y olmos), con un sotobosque bastante frondoso y enmarañado en el que medran arbustos y abundan las zarzas, las enredaderas y el lastón. Este río, tras recorrer unos 120 kms. vierte sus aguas al Alcanadre una vez pasado Albalatillo.
Una vez en Torres de Barbués, donde nació la madre de Gabriel, dimos un paseo por su casco urbano, en el que sobresale la iglesia de San Pedro (siglo XVII) y la casa-mansión de los Rufás, unos grandes terratenientes que lo fueron del lugar, y que llegaron a poseer más de 6000 Has. de terreno con gran cantidad de jornaleros a su servicio y que fueron objeto de expropiaciones para poder llevar a cabo la política de colonización efectuada en la segunda mitad del siglo pasado.
La zona donde nos encontramos fue objeto de grandes transformaciones y de reformas agrarias patrimonialistas debido al reparto de tierras, construcción de nuevos pueblos de colonización y asentamiento de nuevos pobladores llevados a cabo por el antiguo Instituto Nacional de Colonización, cerrando todo un ciclo histórico de innovaciones en el mundo agrario que había dado comienzo a mitad del siglo XVIII y que se fue desarrollando a lo largo del XIX y del siglo XX. Estas reformas consistieron en transformar grandes extensiones de territorio en regadío en numerosas regiones del país, especialmente donde proliferaba el latifundio o tenían graves problemas de sequía y aridez, a la vez que se creaban nuevos núcleos poblaciones y se reinstalaban familias de colonos que habían recibido un lote de tierra, casa y alguna cabeza de ganado. La transformación en regadío de estas grandes áreas no solo cambió el sistema de cultivos sino también el de las producciones, además de que la ganadería española tuvo una gran pujanza a partir de los años setenta dada la asociación que conllevaban.
En Aragón, el primer Pueblo de Colonización fue Ontinar de Salz (1949). En esta Zona del Flumen, los proyectos iniciales se remontaban a 1941, pero la colonización (43290 Has) no llegó a declararse de interés general hasta que La Violada no tuvo todo su proceso en marcha, al objeto de poder fijar las aguas sobrantes del embalse de La Sotonera en el río Gállego.
Me gustaría saber su opinión acerca de si Grañen y los pueblos de su entorno pertenecen claramente a la comarca de Monegros o tal vez a la comarca de Huesca. Yo tengo dudas porque hace años vi algun mapa distinto al comarcal actual. Gracias.
Grañen pertenece a la Comarca de Monegros. Bien es cierto que está mucho más cerca de Huesca que de Sariñena. Si cuando se hizo la comarcalización, Grañen se ubicó en Monegros, razones habrian para ello.