Ruta de ascensión al Pico Peiró
Ruta de subida al Pico Peiró, con inicio y final en la presa de Arguis.
10-mar-2021 — Distancia: 14,7 km — Desnivel acumulado: 668 m.
La ascensión al Peiró es todo un clásico, un levantamiento de estratos verticales de caliza, que forma parte de un anticlinal que va de norte a sur, y que es bien visible. Nosotros lo hemos hecho desde la Presa de Arguis, por lo que hemos alargado el itinerario. El Monte Peiró, hace de divisoria de los ríos Isuela y Garona.
La Hoya de Huesca siempre nos tiene reservada alguna agradable sorpresa, y esta ha sido una de ellas. Es una comarca a caballo entre la montaña y el llano. Las sierras de Caballera y Gratal, donde nos encontramos, y justo enfrente de la de Bonés, forman parte de esa especie de armazón montañero que la cierran por su parte más septentrional.
El día era frío —los charcos estaban helados—, con mucha humedad en las zonas sombrías. Una buena parte del recorrido se hace bajo un espeso pinar de repoblación.
Tras recorrer cinco kilómetros de una pista en ligero ascenso, aparece el cartel indicativo del pico. Una empinada subida nos espera por la antigua trocha de extracción maderera, encajada en un espeso bosque de pinos, quejigos y bojes, impidiendo las vistas sobre el valle y de las cercanas laderas del pico.
La llegada al llamado Hayedo de Peiró, nos permite relajarnos un poquito de la subida. Desnudas hayas, acompañadas de Tejos, conforman un paradisiaco entorno, el cual será espectacular cuando tenga toda la cubierta vegetal desarrollada. El paso por el hayedo, permite comprobar como otras especies arbóreas luchan por alcanzar unos rayos de luz que les son privados por las altas hayas.
Tras la espesura boscosa, atravesaremos una zona densamente tapizada por desarrollados bojes, con un suelo bastante húmedo y resbaladizo, antes de reiniciar la ascensión por un terreno abierto y con buena visibilidad. La pendiente se endurece, por una senda donde abunda la piedra suelta acompañada de abundante erizón y sus rígidas espinas. Este último tramo, ya te permite comenzar a disfrutar de unas estupendas vistas sobre la cubeta del pantano y sierras que la rodean.
La llegada al collado antes de acometer los últimos metros de subida, ya es un anticipo de las vistas que vamos a tener desde lo más alto, ya se distingue la inconfundible mole de Peña Oroel y el nevado cordal pirenaico.
Grandes cubetas excavadas por los ríos Garona e Isuela, se abren a nuestros pies. Unos valles trasversales y longitudinales abiertos entre la separación de las formaciones del terreno, paralelos al eje de los Pirineos y atravesados por las corrientes de agua citadas, alimentadas por los barracos que se precipitan por sus escarpadas laderas.
En el fondo de la cubeta del río Garona, tenemos los pequeños pueblos de Bentué de Rasal y Rasal. En la cubeta del Isuela, se halla la población de Arguis y el pantano de igual nombre. Unas depresiones excavadas entre blandas margas grises y pardas areniscas.
En mayo de 2017, hicimos una bonita ruta circular por la Sierra de Bonés. Ver post de entrada, el cual puede servir de complemento al que ahora se realiza.
Un territorio que bien vale la pena recorrer. Las sierras de Bonés, Gratal, Caballera y el Águila, son una ‘caja de sorpresas’ paisajísticas que intentaremos descubrir. Tenemos pendiente las subidas a la Peña de Gratal y el Pico del Águila, así como la visita a los Pozos de Nieve de Las Calmas, que más pronto que tarde haremos.
Otras rutas subidas al Blog y que no están lejos de aquí, son:
Bonita ruta. Ya estamos más cerca de realizar alguna juntos.
Todo llegará Arturo. Nos veremos pronto. Os sigo y tengo ganas de ir con vosotros.