Valle de Castanesa
¡RIBAGORZA!…
Valle de Castanesa
Bordas que salpican el verde paisaje montañés que, muchas veces sucias y en estado miserable, llegaron a ser refugio de los pastores que por aquí traían en verano sus ganados a pastar desde lejanas tierras, hasta que el blanco manto comenzaba a cubrir las altas cimas y les obligaba a retornar a sus lugares de origen.
Un lugar en el que, cuando comienzan a esconderse los rayos del sol, las sombras caen rápidamente sobre la pradera envolviendo entre sus pliegues a las cochambrosas chozas en las que los pastores pasaban las noches a cubierto sobre colchones de hierba seca, pero siempre con el rumor del ronco estrépito emitido por las frías aguas que por aquí se despeñan y que intentan proclamar la grandiosidad de los montes y valles que las acogen y les dan su ser, y que son utilizadas para lavarse y preparar su frugal alimentación.