Ruta entre Viacamp y Tolva
Paseo por el Montsec de Aragón, en la parte más oriental de la Comarca de Ribagorza, en la que el cercano río Noguera-Ribagorzana, y más en concreto lo que es la cola del pantano de Canelles, hace de línea divisoria con la vecina Cataluña. El recorrido se ha efectuado entre las poblaciones de Viacamp y Tolva, pasando por el Mirador del Montsec y el Mas de Quintillá.

Hoy, 13 de marzo de 2017, nos hemos ajustado a lo que son las marcas de los senderos PR-HU 204 y 203, antiguos caminos que conducían desde Viacamp a L’Estall y Montfalcó, y desde Tolva a los ahora despoblados de Montgai y Chiriveta, respectivamente. En total han sido unos 14 km, con un largo y prolongado desnivel de subida desde Viacamp hasta el Mirador del Montsec, de alrededor de 300 m, para lugar iniciar una continuada, y a veces pronunciada, bajada hasta Tolva que ha superado los 400 m.


Viacamp:
Lo más destacable son los restos de un antiguo castillo y su amurallado recinto, en el que todavía aguantan una cilíndrica y vigilante torre defensiva y lo que fuera el templo del complejo (San Esteban). El conjunto, que se remonta al siglo XI, formaba parte de la línea fronteriza del Condado de Ribagorza por su lado sur, siendo una prolongación de la linde marcada por los cercanos baluartes de defensa de Chiriveta o Montgai, Montañana, Fals, o Luzás.

La torre de este castillo es el emblema de la localidad, pues es visible desde la lejanía y fácilmente identificable.


La ermita de Nuestra Señora de Obac (siglo XII), se ubica a los pies del lienzo de la muralla, y junto a un antiguo pozo.


Cogemos la pista que conduce hasta el despoblado de Montfalcó, lugar donde en la actualidad hay un albergue y es punto de partida para hacer las famosas “pasarelas” en el congosto de Mont-rebei. Es un continuo ascenso, por entremedio de unos repoblados pinares, en que se van alternando afloraciones de areniscas, conglomerados, margas grises, y casi llegando a lo más alto del recorrido, hacen acto de presencia las calizas.


Mirador del Montsec:
Punto más alto de nuestra excursión de hoy, 1097 m. Una perfecta atalaya de observación paisajística, desde donde pueden divisarse, además de todas las crestas nevadas de los Pirineos (destacando los Besiberris, el macizo del Posets, Monte Perdido, ….. ….., y así hasta los montes navarros), los macizos de El Turbón, Cotiella, Castillo Mayor, la sierra de Sis, la sierra de Guara, sierra de San Quilez, …. …., y los cercanos pueblos de Benabarre, Tolva, Luzás, Literá o Viacamp. ¡¡ Todo un espectáculo !!

Desde este mirador, se aprecia en toda su intensidad la gran repoblación forestal que se efectuó durante la década de los 60, con motivo de la construcción de los cercanos pantanos en el cauce del río Noguera-Ribagorzana (Canelles y Santa Ana), dando lugar a una acusada despoblación del territorio, con el abandono de los pueblos que por aquí se levantaban y que ahora están en situación de ruina, tales como: L’Estall, Montfalcó, Montgai, Chiriveta, Fet, Finestras o Caserras del Castillo, cuyas vidas se complementaban con la gran cantidad de “mases” existentes por el entorno, hoy también caídos en el olvido, aunque alguno se haya reconstruido.




Mas de Quintillá:
Una buena visión de lo que es el Montsec de Aragón tenemos desde este lugar, concretamente lo que se denomina el Montsec de L’Estall por su cara sur, pues en su lado norte está la serreta de Montgai. La cima del Montsec está a 1321 m, y desde el pueblo abandonado de L’Estall parte un sendero (PR-HU 200) que nos llevará a lo más alto; lo anotaremos en nuestra particular agenda, para subir en cuanto podamos.

Dado lo abrupto del Montsec, se fomentó la construcción de este tipo de edificios (“mases”) por el territorio para el desarrollo de la agricultura o de la ganadería, en lo que era una economía de autosuficiencia. Por las cercanías, existen también, los “mases” de Chiquet, d’Abaix, Perepique, Gabarrella y Puyabó, algunos de ellos en total abandono y otros restaurados.


La construcción de los pantanos, las repoblaciones forestales, el corte de caminos, la llegada de unos nuevos tiempos económicos y cambios en los modos sociales, acabaron con este sistema de vida de autarquía.




Río Cajigar:
De carácter torrencial, en el que todavía podían apreciarse las marcas dejadas en la vegetación de ribera una reciente crecida. Bajaba con un poco más de agua de lo normal y hemos tenido algún problemilla para salvar este obstáculo antes de llegar al pueblo de Tolva. A unos dos kilómetros de donde nos encontrábamos, siguiendo el cauce, se hallan los famosos “congostos del río Cajigar en Ciscar”, muy apreciados por los aficionados al barranquismo.

Este río nace por encima del pueblo de Cajigar (a 1068 m), vertiendo sus aguas al río Guart una vez pasada la población de Caladrones, antes de acabar su recorrido en el embalse de Canelles, en el río Noguera-Ribagorzana.

Tolva:
Población que se halla en el fondo de la vaguada que vienen a formar las estribaciones de la sierra de la Mellera (1115 m) y la del Montsec (1321 m).

Destaca su iglesia parroquial de Santa María del Puy (siglo XVI/XVII). El frontal se reconstruyó a finales del XIX debido a la colocación de la portada de la iglesia de Fals. El interior del templo quedó destruido durante la guerra civil. (El Blog de Carlos Bravo, hace un excelente comentario sobre “” Fals, un castillo junto a Tolva “”, cuya lectura recomendamos).


Las calles del casco urbano, no siguen un patrón previamente definido, pues van girando en torno a lo que es la iglesia parroquial. Su desarrollo es típicamente medieval.


Casi en la afueras de la población, se halla la ermita de Santa Anastasia (siglo XVIII), junto a una bonita cruz de término.


Otras visitas que hemos efectuado por este territorio, son:
“” Ruta Circular por Chiriveta “”
“” Benabarre – Sagarras Altas – Sagarras Bajas y Tolva “”
También, en su momento, llegamos a hacer la “ruta de las pasarelas de Montfalcó”, pero de este paseo no tengo hecha ninguna reseña. ¡¡ Lástima !! Aunque dejo dos fotos para dejar constancia de nuestro paso por ellas. Es una excursión que, para los que no sufran de vértigo, es altamente recomendable.

