Ruta entre Castillonroy y Tamarite de Litera
Caminata realizada el 15 de marzo de 2017, entre las poblaciones de Castillonroy y Tamarite de Litera, pasando por la de Alcampell. En total unos 16 km los realizados por esta parte de la Comarca de La Litera. El pasado día 20 de febrero, realizamos una ruta que finalizó en Castillonroy (Ver: “” Baldellou – Castillonroy “”), así que hoy tocaba continuar conociendo el territorio.
Castillonroy (“” castillo rojo “”):
Levantado sobre un pequeño promontorio de piedra roja que, desde lejos, parece mimetizarse con el entorno, bajo la protección de un inexistente castillo en la actualidad y que vino a dar nombre al pueblo (Hisn-al-Roso o Qasr al Roig).
En su casco urbano, destacan algunos edificios de estilo renacentista, de los siglos XVII/XVIII, con unas grandes portadas doveladas en arcos de medio punto.
No obstante, sobresale la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción (siglo XVIII), en cuyo interior, según reza en un cuadro informativo existente en su fachada, se guardan las reliquias de más de 70 santos, entre otros las de San Benito, Toribio, Nicolás, Ponciano, Valeria, Orosia, Millán y Mártires de Zaragoza. Su portada es de corte neoclásico con columnas de fuste liso y capiteles de estilo corintio, rematada por un arco en cortina.
Durante los siglos XVIII/XIX, existió una floreciente industria de fabricación tinajera.
En este pueblo damos comienzo la andada, tomando lo que es antiguo camino de Albelda, hoy reconvertido en GR-23, el cual abandonaremos y dejaremos a nuestra izquierda una vez superado el cerro de Sabinosa (504 m). A partir de aquí, seguiremos una serie de pistas rodadas que nos llevarán hasta la población de Alcampell, por entremedio de campos agrícolas de secano y donde proliferan pequeñas agrupaciones de encinas.
Parece ser, hubo alguna intención de poner en regadío estas vastas extensiones de territorio, surcadas por la N-230 y la A-1240, con agua procedente del cercano embalse de Santa Ana, pero, de momento, ahí siguen las tierras bajo las inclemencias de un clima extremado y un severo secano.
Alcampell (“” campo pequeño “”):
Sobresale la iglesia de Santa Margarita (siglo XVI), con elementos mudéjares en su fachada.
En el pueblo existen varios “pilarets”, que llaman la atención por su singularidad.
De esta pequeña localidad es natural el político Josep Durán i Lleida (1952 – …..) También era nacido aquí Francisco Coll i Zanuy, un médico-militar del siglo XIX, que fue director de un hospital en Cuba y también médico personal de Alfonso XIII.
Los alrededores del pueblo están salpicados de todo tipo de granjas, principalmente porcinas, aunque también las hay de ganado vacuno.
El camino hasta Tamarite de Litera, nuestro objetivo de hoy, nos llevará por un paisaje estepario de yesos, lo que llega a denominarse “”Las Gesas””, que vienen a formar parte del plegamiento anticlinal “”Barbastro-Balaguer””, en el que abundan el tomillo, romero y las efedras, además de unas punzantes aliagas o aulagas. También se prodigan los arbustos llamados taray (tamariz o tamarit en catalán), de los que, se cree, tomó el nombre la población de Tamarite.
Nos hallamos en una zona que fue muy convulsa durante el período Terciario, sobre unos materiales depositados horizontalmente sobre lo que fue el fondo de una gran superficie recubierta de agua, cuyas actuales formaciones fueron debidas a empujes de tipo tectónico y a la posterior acción erosiva de las aguas y el viento, causantes de la larga e ininterrumpida sucesión de líneas onduladas y sin rupturas, en las que se prodigan las dolinas, uvalas y depresiones más o menos alargadas aunque de poca profundidad.
Tamarite de Litera (“” ¿tamariz o tamarit? “”):
A resguardo de la formación rocosa de la “Gesa”, en su parte más meridional, protegido por el popularmente llamado “castillo de los moros”, el cual es atravesado por el arroyo del Sosa, que viene a formarse en las proximidades de Alcampell, y sobre el que discurre un alargado y moderno paseo que hace las veces de eje central de la población.
Las amplias llanuras, que se expanden hacia el sur, antiguas tierras esteparias y de color pardusco que fueron reestructuradas en una extensa “mancha verde”, gracias a la llegada de las aguas del Canal de Aragón y Cataluña, provenientes del pantano de Barasona en el río Ésera, pasó a convertirse en el agente revitalizador de la economía del territorio.
El Canal, inaugurado el 3 de marzo de 1906 por el rey Alfonso XIII, inicialmente llamado “”Canal de Tamarite””, fue una constante del territorio para su logro y materialización, pues el proyecto inicial ya databa de finales del siglo XVIII, reinando Carlos III. El mitin que Joaquín Costa dio en Tamarite, el 29 de octubre de 1892, fue el punto de partida para que el Estado se hiciera cargo de la construcción definitiva del “Canal de Tamarite”, el cual, con posterioridad, cambiaría su nombre por el de “Aragón y Cataluña”.
Tamarite de Litera, que comparte co-capitalidad de la Comarca de La Litera junto con Binéfar, cuenta con un casco histórico que rezuma historia allá por donde vayas, con grandes casas señoriales de los siglos XVII/XVIII, aunque muchas de ellas necesitadas de una profunda consolidación. Entre los siglos XVII y XX, existió en el lugar una muy afamada industria alfarera altamente apreciada por la calidad en su elaboración.
Por su ubicación fronteriza con la vecina Cataluña, ha sido testigo obligado de varias guerras. Durante el siglo XVII, en la Guerra de Secesión de Cataluña o Guerra de los Segadores, el lugar sufrió de saqueo e incendios. En la guerra de la Independencia, a principios del siglo XIX, soportó ataques y desmanes de las tropas napoleónicas. Durante la pasada guerra civil, se perdieron documentaciones y obras artísticas de mucho valor, además de vidas humanas.
Sobresale en su casco urbano la ex-Colegiata de Santa María La Mayor (siglo XII), catalogada como Bien de Interés Cultural, la cual, posiblemente, se halle levantada sobre lo que fue una antigua mezquita. Este templo fue Colegiata entre mediados de los siglos XVI y XIX.
Cuenta con una elevada Torre-campanario, además de una Cimborrio (éste del siglo XIV) de grandes ventanales góticos y que fue rebajado unos dos metros durante las obras de restauración llevadas a cabo a mitad del pasado siglo XX.
La Portada es de estilo románico, con seis arquivoltas de tipo abocinado con un monolítico tímpano que encierra el relieve de un crismón trinitario sustentado por dos ángeles. Completa la portada un renacentista frontón de remate triangular, con la imagen del Padre Eterno en su interior, sujetado por dos grandes columnas cuyos capiteles se hallan decorados de hojas esquemáticas.
Ha sido cuna de obispos, diplomáticos, héroes militares, pintores y algunos hombres de ciencia, disputándose con Épila el nacimiento del que llegó a ser rey de Castilla, Juan I (1358-1390), y también con Landas (Fr) el sitio donde nació una de las figuras más representativas del catolicismo en la Francia del siglo XVII, San Vicente de Paúl (Landas 1581 o Tamarite 1576 – París 1660), aunque sí se sabe con certeza que los padres del religioso eran de Tamarite.
Anualmente, se realiza en esta localidad el ““Encuentro Nacional de Magos – Florence Gili “”, como homenaje al aquí nacido José Florences Gili (1872-1944).