Ruta por el Ibón de Escarpinosa
Nueva visita al Valle de Estós y nueva subida al Ibón de Escarpinosa. La ruta de hoy, 6 de julio de 2016, de una distancia superior a los 15 km, entre ida y vuelta, con una prolongada y exigente ascensión de unas tres horas y su correspondiente descenso posterior, ha resultado ser de una belleza extraordinaria, con buenas vistas sobre el macizo del Perdiguero, unos buenos caudales de agua del río Estós y sucesión de cascadas en el barranco de la Aigüeta del Batisielles, con el premio final de la llegada al Ibón de Escarpinosa y poder contemplar las verticales paredes de aquellos picos o agullas que lo rodean, habiendo pasado antes por el Ibonet de Batisielles y las bonitas praderas que lo rodean. El desnivel que existe entre lo que es la zona de aparcamiento de los coches hasta el Ibón de Escarpinosa es de unos 780 m, aproximadamente.


El Valle de Estós (Vall d’Estós o Ball d’Estós), tiene un gran atractivo turístico para todos aquellos que son amantes de la montaña y de la naturaleza, quienes tienen la obligación de seguir preservando el frágil equilibrio de sus paisajes y mantenerlos libres de cualquier tipo de contaminación. Su ubicación coincide con la zona central de los Pirineos, dentro del término municipal de Benasque, teniendo una orientación oeste-este, de unos 12 km de largo, cuya cubeta se cierra por los Puertos de Claravide (2613 m) y Chistau o Estós (2572 m) en su parte más occidental, siendo flanqueado por los imponentes macizos del Perdiguero (3221 m) y de Posets (3369 m) hasta su encuentro con el valle de Benasque, a la altura del puente San Jaime. Tiene el típico perfil glaciar en U, en forma de artesa, por el que descendía una lengua glaciar la cual al llegar a juntarse, en el valle de Benasque, con las que bajaban de Remuñe, Literola, Eriste, Sahún, Cregüeña, Vallibierna y Remascaró-Ampriu, formaron la gran lengua glaciar que descendía hasta el mismo Congosto de Ventamillo a finales del Pleistoceno.




El río Estós recorre el fondo del valle, en un continuo tronar del agua, a modo de colector de las aguas del Puerto de Claravide y de los numerosos barrancos y arroyos que descienden por las escarpadas paredes de los macizos que lo flanquean. Los arroyos, que van dibujando espectaculares saltos, proceden de los numerosos ibones (lagos de origen glaciar) y de las nieves que perduran por las cimas.


Nos adentramos en el valle siguiendo una pista rodada que parte de la misma zona de aparcamiento, pasando por el pequeño embalse de Estós (que deriva las aguas hasta la Central de Eriste donde son turbinadas y devueltas al río Ésera a la altura del pantano de Linsoles). Pasaremos por la Cabaña de Santa Ana y la fuente de Coronas, y, poco a poco, se va abriendo el valle pudiendo disfrutar de unas excelentes vistas del macizo del Perdiguero.




Superada la fuente de Coronas, dejamos la pista principal y tomamos un camino a nuestra izquierda que nos llevará en fuerte ascenso y a través de unas continuadas lazadas hasta la bucólica pradera del Ibonet de Batisielles. El ascenso lo hacemos a través de profunda vegetación y arbolado (hayas, pinos negros, abedules, bojes, rododendros, …. ….), cuya sombra nos protege del rigor caluroso. Para atravesar el barranco de la Aigüeta de Batisielles existe la llamada “Palanca de los Carboneros”, que nos viene a aclarar una de las dedicaciones de las gentes de la zona durante años, la producción de carbón vegetal (la madera de haya, es un buen material para hacer este tipo de carbón).




Desde el Ibonet de Batisielles, todavía nos quedan unos 40/45 minutos para alcanzar el Ibón de Escarpinosa, cuya senda de subida se complica un poco en algunos momentos, aunque se va superando con paciencia y tranquilidad. El barranco de la Aigüeta de Batisielles lo llevamos ahora siempre a nuestra izquierda, mostrándonos unos espectaculares saltos y rincones.




Nos hallamos en el Parque Natural Posets-Maladeta (declarado en 1994), tiene una extensión de 33.267 Ha, y tiene como finalidad la salvaguarda de las inmensas riquezas naturales, vegetales y floras, así como unas espectaculares formaciones geomorfológicas. Todavía se conservan en él diversos glaciares, con una superficie en su conjunto de unas 300/350 Ha, en lo más alto y protegido de los macizos Posets, Perdiguero y Maladeta. Este Parque también llega a albergar el mayor número de cumbres que superan los 3000 m de altura.



El Ibón de Escarpinosa, paradisiaco lugar, es uno del centenar de lagos de origen glaciar que se hallan distribuidos por el valle, todos ellos con distintas características y dimensiones, en los que se suceden unas espectaculares cascadas en sus escorrentías y desagües.






Los ibones son lagos de alta montaña que se ubican sobre las cubetas excavadas por el hielo hace al menos 30/50 mil años, coincidiendo con la época de las glaciaciones. La formación de estos lagos se vinieron a producir en los circos glaciares donde una elevadísima presión del hielo llegó erosionar profundamente el suelo y al retirarse aquél se rellenaron de agua. Normalmente, los ibones contienen unas aguas muy transparentes y permanecen helados durante varios meses al año, estando en su mayoría sobre macizos graníticos que los impermeabilizan evitando las filtraciones de agua.
