Ruta por el Valle de Barrosa
De nuevo por la Comarca de Sobrarbe, esta vez por las cercanías de Bielsa, en un cómodo recorrido por el fondo del Valle de Barrosa y siempre por la margen derecha del río de igual nombre. Este bonito itinerario, de unos 11 km (ida y vuelta), lo hemos realizado el 4 de julio de 2016, dando comienzo al poco de pasar el kilómetro 88 de la carretera A-138, en el sentido Túnel de Aragnouet-Bielsa. Dejamos el coche en un pequeño claro a la izquierda de la carretera, desde donde parte una pista que nos llevará a conocer este precioso valle, pasando por lo que fueron las antiguas instalaciones de lavados de minerales y teleféricos de las minas de Liena o Mallo Ruego.
En un principio, la pista tiene un no muy prolongado repecho, hasta lo que fueron las instalaciones mineras, para después continuar en suave ascensión y desembocar en una senda que nos llevará hasta el fondo del valle, lo que es un espectacular circo glaciar bajo las imponentes moles pétreas de los picos Robiñera (3001 m) y La Munia (3118 m). En poco más de 5 km hemos pasado de unos 1400 m de altura a unos 1745 m, en un fácil y agradable paseo.
El valle de Barrosa es un modesto valle glaciar, con un bonito circo en sus inicios, encajonado entre la sierra de Liena por su lado sur y la sierra Pelada por el norte, lindante ésta con el glaciar de La Pinarra justo donde se encuentra el Puerto de Bielsa (2375 m), de triste recuerdo, además del de La Forqueta (2434 m). El valle de Barrosa se comunica con la cercana Francia a través del también denominado Puerto de Barrosa (2536 m), cuya vía era la que utilizaban los ingenieros franceses cuando venían a trabajar a las cercanas minas, además de ser también un lugar de paso para los contrabandistas, maquis y otros viajeros.
Las sierras que flanquean el valle encajonándolo y que dan forma a la alargada cubeta, tanto la Pelada como la de Liena, están bien surtidas de altos y escarpados picos que superan los 2500/2700 m. Pico Barrosa (2762 m), Mallo Ruego (2674 m), Peña Barrosa (2494 m), …. …., en lo que respecta a la sierra Pelada; en cuanto a la sierra de Liena, los picos o puntas que destacan son: Sobresplucas (2754 m); Espluca Ruego (2631 m); Punta Ruego (2595 m); Punta Liena (2604 m); …. …. Sin olvidar, por supuesto, los antes mencionados de Robiñera y La Munia.
El río Barrosa, cuyo cauce surca y modela todo el fondo del valle, serpenteando y haciendo algún que otro meandro, va superando los desniveles a base de pequeñas o altas gradas lo que origina bonitos saltos y pozas, con el pertinente ruido de fondo, que van dando forma a unos paisajes de especial protagonismo. Nace en el mismo macizo de La Munia, con un espectacular salto del Barranco de las Neveras en las mismas paredes que cierran el circo, de pizarras verdes y areniscas detríticas y que datan de la época del Carbonífero (375 mills/años). El Barrosa es el primer afluente del río Cinca, después de recorrer 15 km e ir recibiendo las aguas de varios barrancos con fuertes pendientes (Pinara, Trigoniero, Ordiceto, …,) y las del río Real, el cual baja encajonado entre las sierras de Liena y Espierba y que desemboca en el pueblo de Parzán una vez pasado Chisagües. El río Barrosa pierde su nombre en Bielsa al ceder sus aguas al otrora potente río Cinca, actualmente muy alterado y explotado por los saltos hidroeléctricos, que es el principal colector de las aguas pirenaicas aragonesas.
Estamos en una zona de agreste y complicada orografía en la que se suceden los estrechos y profundos valles glaciares, con su típica configuración en forma de V. En la Comarca de Sobrarbe los glaciares llegaron a extenderse hasta los llanos de Planduviar (Sarvisé – Fiscal) y la Garganta de las Devotas (Lafortunada). (Sobre esta estrecha garganta, que es atravesada por la carretera A-138, Francho Beltrán Audera, en su libro “Pirineo Aragonés: La magia del Agua”, nos recuerda a “las siete monjas que iban remontando el estrecho congosto del río Cinca y que fueron sorprendidas por una inesperada crecida de las aguas, siendo arrastradas y ahogándose una de ellas, hallando su cadáver aguas abajo a la altura del sitio de Badaín, por lo que pasaron a denominar el lugar como L’Anfortunada, en referencia a la infortunada religiosa; años más tarde se instaló en dicho lugar una central hidroeléctrica y un poblado al que rebautizaron como Lafortunada”). No fue hasta finales de la década de los años veinte del pasado siglo XX en que pudo llegar a la zona un vehículo sobre ruedas, dadas las imposiciones de este difícil y quebrado territorio; las relaciones eran mucho más fluidas con la cercana Francia que con las tierras bajas, las cuales se efectuaban a través del gran número de puertos y pasos que atraviesan la alta cordillera. Las comunicaciones con Francia quedaron solventadas en el año 1976 gracias a la construcción del Túnel de Aragnouet – Bielsa.
Producto de las masas de magma ácido (epócas del Pérmico y Triásico -290/250 mills/años-), existen zonas de grandes batolitos graníticos, que fueron aprovechados para la explotación minera de extracción de plomo, cinc, plata, hierro o fluorita, las antiguamente denominadas “Minas de Parzan” (Luisa, Robert, Santa Ana, Mallo Ruego, ….). El mineral obtenido era de excelente calidad, pero los filones eran escasos y su explotación era bastante complicada, a lo que también contribuía una climatología desfavorable durante varios meses al año debido a la nieve. En el siglo XIX partía de Bielsa un hierro acerado que fue muy usado para la confección de herramientas con un reconocimiento internacional dada su altísima calidad (las verjas del Monasterio del Escorial están hechas con material de la zona). La explotación de estas minas viene de muy antiguo, siendo a partir del siglo XVI cuando se generó una gran industria minera en el valle, aunque, posiblemente, ya fueran explotadas en época romana.
Actualmente, las minas están cerradas y tan sólo quedan algunos vestigios de su existencia. Nosotros pasamos por lo que fue la zona de lavaderos y donde se hallaban las ruinosas estaciones de los teleféricos de las minas Luisa y Mallo Ruego. Desde aquí, el mineral era llevado a Francia mediante vagonetas que iban colgadas en un cable aéreo, el llamado “Transpirenaico”. El paso lo hacían a través del puerto de Salcorz (2490 m). Este moderno sistema de transporte representó a principios del siglo XX un significativo cambio en cuanto a la organización de los trabajos y el transporte de los materiales, pues, anteriormente, debían hacerlo mediante mulos.
Para conocer un poco más sobre estas minas, conviene leer el Blog Caminos de Barbastro – Minas de Parzán.
