Ruta por Santaliestra – Torre de Obato (Torrobato)
Recorrido lineal entre las poblaciones de Santaliestra y Torre de Obato (Torrobato), por la margen derecha del río Ésera y siempre paralelo al mismo, pasando por las localidades de Besians y Perarrúa. El itinerario ha sido bastante suave y solo al final se ha tenido que acometer un cierto desnivel para acercarnos a nuestro destino final de Torre de Obato (Torrobato).
La caminata de hoy, 28 de septiembre de 2015, en buena parte se ha realizado por el PR-HU 49, abandonándolo en el pueblo de Perarrúa, donde hemos tomado un camino vecinal que nos iba a llevar a nuestro destino final, pasando antes por la ermita de La Ribera, ubicada dentro del cementerio municipal. En total, han sido unos doce kilómetros sin ningún tipo de contratiempo ni dificultad.
Nos encontramos en lo que es la Depresión Media Prepirenaica, en un valle fluvial en forma de artesa con terrazas. Es un territorio muy amplio y heterogéneo ubicado al Sur de las llamada Zona Axial y de las Sierras Interiores, un sinclinorio relleno de materiales detríticos, como pueden ser las margas, los conglomerados y las areniscas.
Es una zona fácilmente erosionable en la que son frecuentes los relieves de tipo acarcavado, lo que se puede apreciar muy claramente si nos fijamos en las laderas de los montes que encajonan el valle.
Una vez superado el gran meandro que forma el río Ésera antes de llegar al pueblo de Santaliestra, en cuyo cerro enclavado en su interior se encuentra la ermita de la Piedad, el valle se abre formando un sistema de terrazas fluviales a ambos lados del río, utilizadas como campos de cultivo. En el río se suceden los meandros, el cauce se ensancha y los cantos rodados pasan a ser el substrato que domina.
A la altura del meandro que hemos citado anteriormente, aguas arriba de Santaliestra, en octubre del año 1907, se desplomó la ladera izquierda sobre el río, taponando su cauce, lo que originó una gran retención de agua con la consiguiente gran avenida posterior, lo que produjo gran cantidad de daños en las zonas y pueblos situados aguas abajo.
Una vez visitado el pueblo de Santaliestra, nos dirigimos, por entremedio de unos huertos, hacia el lugar donde se hallan la fuente y el lavadero, así como el puente colgante que utilizaremos para cruzar el río Ésera y coger el camino que nos llevará por toda su margen derecha.
El río Ésera, es un elemento primordial dentro de lo que es la red fluvial de la Comarca de La Ribagorza, fluyendo en el sentido Norte-Sur, siendo un río caudaloso que nace en plena cordillera pirenaica, de un régimen nivopluvial y con bastantes regulaciones y aprovechamientos de tipo hidroeléctrico a lo largo de su recorrido. Concretamente, en las últimas décadas se han intentado construir varios embalses que, afortunadamente, no se han llegado a materializar al haber sido fuertemente rechazados por los habitantes de la Comarca, nos referimos al pantano de Campo (años 70 del pasado siglo), el pantano de Comunet (en los años 80) éste ya fuera del cauce, y, por último, el pantano de Santaliestra (en los pasados años 90).
En su mayor parte, el territorio de la Comarca de La Ribagorza, está drenado por el río Ésera y su principal afluente, el río Isábena. Tan sólo queda fuera de su cuenca la parte oriental, que queda dentro de lo que es la depresión del río Noguera-Ribagorzana.
Llegamos al pueblo de Besians, donde destaca el bonito puente medieval (siglo XIII), con un perfil en forma de lomo de asno.
También tenemos La Vila, o lo que es lo mismo, el barrio alto o poblado antiguo, donde destaca la Iglesia de San Juan Evangelista (siglo XII).
Superado el pueblo de Besians, nos acercamos a Perarrúa, en donde destaca otro bonito puente sobre el río Ésera, así como la ermita de Nuestra Señora de La Ribera, ubicada en el interior del cementerio haciendo las funciones de capilla.
De modo vigilante, sobre un escarpado espolón rocoso permanece lo que fue el antiguo castillo del Mon de Perarrúa, con su iglesia de San Clemente. Fortificación que resultó de vital importancia allá por los siglos X y XI, como línea defensiva o de frontera, entre los territorios bajo dominio árabe y lo que llegó a conformarse como el Condado de Ribagorza.
Perarrúa, es un bonito y muy cuidado núcleo urbano, donde destaca su iglesia parroquial de San Martín (siglo XVII)
Justo encima de Perarrúa, en lo más alto de la costera, se halla el antiguo poblamiento de esta población, del que, prácticamente, ya no queda casi nada, tan sólo hay restos de lo que eran las antiguas paredes de las viviendas, con grandes montones de piedras y alineaciones de lajas que nos indican que por allí hubo vida en tiempos pretéritos. De lo que fue la antigua iglesia o ermita de San Martín, sólo queda una parte de su bóveda de medio cañón y lo que fueron las paredes de la antigua nave.
La excursión finaliza en el pequeño pueblo de Torres de Obato (Torrobato), cuyas casas que conforman el núcleo urbano se hallan muy bien conservadas y restauradas y donde destaca la casa Carllan. Atesora un rico pasado.
En el cementerio de Torrobato, se halla enterrado el que durante buena parte del siglo XIX fue su cura párroco, Ramón Baldellou, llamado también “Mosen acequias” y “Mosen mata fame”. Este sacerdote, nacido en Torres de Eséra (Torrodésera), justo enfrente de Torrobato y en la otra margen del río Ésera, llegó a planificar y construir más de treinta acequias, lo cual sirvió para paliar un poco el hambre de la época al conseguir una mayor productividad de las tierras mediante su puesta en regadío; también llegó a diseñar el antiguo puente colgante de Montañana, destruido durante la pasada contienda civil, y el de Jánovas.