Ruta: Monzón – Binéfar
Ruta entre Monzón y Binéfar, entre las Comarcas del Cinca-Medio y La Litera, pasando por la población de Almunia de San Juan, el Sifón del Canal de Aragón y Cataluña sobre el río Sosa y el inicio del Canal de Zaidín.
25-ene-2017 – 21 km de recorrido
Entre Monzón y el Sifón sobre el río Sosa en el Canal de Aragón y Cataluña, desviándonos un poco antes para pasar por Almunia de San Juan, hemos hecho el trayecto siguiendo la “Ruta de Joaquín Costa” y junto a la acequia de San Sebastián.
Monzón:
Punto de inicio de nuestra caminata, es la capital de la Comarca del Cinca Medio, localidad natal de Joaquín Costa. Población cargada de historia, con un impresionante castillo (siglo X) que destaca en lo más alto de una gran mole rocosa, a modo de centinela de la vega del río Cinca y sus aledaños.
En dicha fortaleza, Jaime I pasó aquí unos años bajo la tutela de la Orden del Temple, tras la muerte de su padre, Pedro II, en la batalla de Muret (1213). Este castillo, además, también ha sido sede en numerosas ocasiones de celebración de las Cortes de la Corona de Aragón (siglos XIII/XVII).
El antiguo casco urbano se desliza por las laderas del mismo castillo, hasta su encuentro con el cauce del río Sosa, y donde destaca la iglesia parroquial de Santa María del Romeral (siglo XII/XIII).
La llegada del ferrocarril, en 1861, y la construcción del Canal de Aragón y Cataluña, fueron de vital importancia para su desarrollo. A mediados del pasado siglo XX tuvo un significativo impulso a nivel industrial.
Almunia de San Juan:
Un territorio de yesos y arcillas con unos relieves estructurales denominados “cuestas y hog-backs” o pequeñas elevaciones asimétricas de areniscas, en donde abundaban los bosques de carrascas, hoy reducidos considerablemente dada la fuerte presión antrópica que han tenido en la transformación de los terrenos para el cultivo.
Este pueblo ya lo habíamos visitado anteriormente, habiendo realizado el recorrido hasta el cercano núcleo de Azanuy.
Por sus alrededores proliferan los antiguos “aljibes”, que, en su día hacían posible el almacenamiento de agua de lluvia para el consumo humano y de los animales. Estos aljibes se construían al pie de la cuesta rocosa de arenisca, aprovechando su escasa dureza, tratando de optimizar al máximo las escorrentías para conducirlas hacía los receptáculos rectangulares cuyas dimensiones eran de unos pocos metros.
Los “aljibes” requerían unos adecuados mantenimientos y limpiezas periódicas, para poder garantizar una calidad de sus aguas. La mayor parte de los mismos fueron construidos en épocas de dominio musulmán, aunque también los hay más antiguos. (En mayo de 2015, hicimos un recorrido por los Aljibes y Silos de Albelda, toda una infraestructura medieval para el aprovechamiento del agua y conservación de los cereales).
Nos encontramos en lo que es la Cuenca Hidrográfica del río Sosa, un río que tiene una longitud de unos 25 km y que pasa de la Comarca de La Litera a la del Cinca-Medio a la altura de Almunia de San Juan, un poco antes de rebasar el Canal de Aragón y Cataluña y su Sifón.
Es un río de modestas aguas, más bien salobres, que nace en las estribaciones orientales de la sierra de La Carrodilla (a la altura de Gabasa), para verter sus aguas al Cinca una vez pasado Monzón.
Este río, que en su cabecera hay manantiales salinos (salinas de Calasanz y Peralta de la Sal) en los que se ha prodigado la explotación de sal, tiene un escaso caudal, pero, en alguna ocasión, ha dado algún que otro susto con buenos desbordamientos. En Almunia de San Juan, a las avenidas de este río las denominan “sosadas”.
Canal de Aragón y Cataluña, Sifón del río Sosa y Canal de Zaidín:
Una importante obra realizada entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y que representa ser la arteria principal de los regadíos de este territorio del Cinca-Medio y de La Litera. Fue inaugurado el 2 de marzo de 1906 por el rey Alfonso XIII, precisamente sobre el Sifón del río Sosa.
La traída de las aguas del río Ésera, desde el embalse de Barasona, llevó consigo la transformación de toda la zona y el comienzo de una nueva época para su desarrollo. Los nuevos regadíos supusieron un notable cambio en la morfología de los terrenos, con el allanamiento de los mismos, construcción de nuevas infraestructuras para los riegos, creación de comunidades de regantes y sus sindicatos de riegos, además de resultar ser todo un fenómeno social en las modificaciones de los usos y las costumbres de las gentes.
El Canal de Aragón y Cataluña, tiene una longitud de 124 km con un caudal máximo de 36 m3/seg. Riega una superficie superior a las 105 mil hectáreas, da servicio a 37 municipios y a varios miles de explotaciones agrícolas y ganaderas, además de cubrir las necesidades de más de 200 mil habitantes, existiendo 132 comunidades de regantes.
El Sifón del río Sosa, en su momento, representó ser una avanzada obra de ingeniera para lo que era su tiempo. Su construcción se debió a tener que salvar dos importantes accidentes geográficos, el cauce del río Sosa y el barranco de la Ribabona. Tiene una longitud de 1014 m y está formado por dos tubos de hormigón de 3’80 m de diámetro interior.
En cuanto al Canal de Zaidín, que toma sus aguas del propio Canal de Aragón y Cataluña, y por cuyo partidero de las mismas hemos pasado hoy, en los altos de la Menudilla, ya camino de Binéfar, tiene una longitud de 48 km y riega más de 30.000 ha, y también suministra el agua para el llenado del recientemente construido embalse de San Salvador, que se inauguró en octubre de 2015.
Prácticamente desde el sifón del Sosa, pasando por el inicio del canal de Zaidín y hasta el mismo Binéfar, es una gran planicie donde se asienta el regadío. Una monótona sucesión de grandes, medianas y pequeñas parcelas cultivadas, que, previamente, fueron aterrazadas de manera artificial, cambiando el primitivo color pardo y oscuro del territorio, indicativo de zonas desérticas, por unos llamativos colores que viene a conformar una extensa “mancha verde”, con unos sistemas de riego localizados y modernos, aunque también se ven todavía algunas parcelas que se vienen regando “a manta o por inundación”, con todo lo que ello representa en cuanto a consumo de agua.
La entrada a Binéfar la hicimos por el antiguo camino de Almunia de San Juan, y no nos detuvimos demasiado pues íbamos un poco justos de tiempo. El año pasado escribí una entrada sobre Binéfar.
