Ruta: Benabarre – Caladrones – Estaña
Agradable recorrido el de hoy, 1 de febrero de 2017, por la parte suroriental de la Comarca de Ribagorza, entre Benabarre y Estaña pasando por el pueblo de Caladrones, lindando casi con la provincia de Lérida. En total unos 16 km de un agradable camino, bastante llano en su primera mitad, pero que, una vez superado el cauce del río Guart, debemos salvar la estribación más oriental de la sierra de la Carrodilla, en su camino al encuentro con las tierras del Montsec, mediante una prolongada y empinada costera hasta alcanzar el collado a la altura del Tozal del Ras (891 m) que nos permite cambiar de vertiente e iniciar la bajada hasta la pequeña población de Estaña y sus cercanas y afamadas Lagunas.
El comienzo de la ruta la hemos hecho en Benabarre, lugar que ya ha sido comienzo y final de algunas de nuestras caminatas:
- Benabarre – Sagarras Altas – Sagarras Bajas – Tolva
- Purroy de la Solana – Benabarre
- Benabarre – Laguarres
- Ruta por Aler y el valle del Sarrón
El territorio donde nos hallamos está situado en lo que son las Sierras Marginales, dentro de la llamada Unidad Surpirenaica, entre la Sierra del Montsec-Mongay, por su lado sur, y lo que es la Cuenca Terciaria del Ebro. Una zona donde predominan las encinas y quejigos y donde se prodigaron las repoblaciones de pino carrasco coincidiendo con la construcción de los pantanos que se hallan por sus aledaños (Canelles y Santa Ana), las expropiaciones habidas y la despoblación que todo ello trajo consigo.
La primera parte del recorrido, entre Benabarre y Caladrones, es una gran extensión de terreno para el cultivo cerealista y bien trabajado, donde abundan los Mases, granjas y todo tipo de naves agrícolas. Como ya he dicho en alguna ocasión, tenemos pendiente de desarrollar una serie de rutas para conocer los Mases existentes por la zona, el equivalente a lo que son los caseríos o masías en otros lugares. ¡A ver si nos animamos a ello!
Caladrones:
Una pequeña población, a mitad del recorrido, desplegado en torno al cerro donde en cuya cima todavía permanecen algunos restos de lo que fue su antiguo castillo. Pasamos por las cercanías de la ermita románica de Santa Justa (siglo XIII), que hace las veces de capilla del cementerio; en la bajada hacia el cauce del río el camino nos llevó junto a la ermita de Santa Ana (de estilo popular, del siglo XVII/XVIII).
Llegamos al cauce de la riera de Caladrones, prolongación del barranco de San Medardo, y que da paso al río Guart. El cauce, que está seco durante la mayor parte del año, unos pocos kilómetros más abajo se fusiona con el del río Cajigar, para luego verter sus aguas al embalse de Canelles en el río Noguera-Ribagorzana, a la altura de Caserras del Castillo.
A partir de este seco lecho del río, se inicia una prolongada ascensión que, en poco más de 200 m de desnivel, nos llevará a alcanzar lo más alto del collado que bordea el Tozal del Ras, donde se encuentra la restaurada ermita de la Virgen de Terrers (siglo XII/XIII).
El camino de subida es coincidente con lo que es la llamada Cañada o Cabañera real de La Rebollosa, una remota vía de la trashumancia que servía para unir las tierras bajas monegrinas con las más altas del Valle de Arán. Actualmente, forma parte del llamado GR-18.
A medida que se va ganando altura, las vistas paisajísticas son cada vez más espectaculares. La nevada cordillera pirenaica, la cercana sierra caliza del Montsec y su espectacular cortada del congosto de Mont-rebei (donde se hallan las pasarelas de Montfalcó), y los terrenos deshabitados de las cercanías de los pantanos Canelles (679 hm3) y Santa Ana (273 hm3), son paisajes de fondo de primer orden. Destaca la visión del pueblo de Pilzán, que desde lo más alto de un cerro, 924 m, domina esta porción de superficie terrestre, así como los núcleos de Purroy de la Solana, Benabarre, Estopiñán del Castillo y la ermita de San Quilez.
Estamos en un territorio donde la despoblación ha hecho mucha mella, con un buen número de pueblos abandonados y ya ruinosos por los alrededores, tales como Caserras del Castillo, Finestras, Fet, Montfalcó, L’Estall, Montgay, Chiriveta, …. …. , y otros que han visto mermados considerablemente el número de sus habitantes cuyo destino final es sobradamente conocido, salvo que cambien las circunstancias, cosa que no ocurrirá desgraciadamente, como son Ciscar, Antenza, Pilzán, Viacamp, Litera, Estaña, etc.
El abandono de las tierras permite que la vegetación vaya invadiéndolo todo y que el monte se haga cada vez más intransitable.
Lagunas de Estaña y el pueblo de Estaña:
Final de nuestro recorrido de hoy. Un pequeño pueblecito que cuenta con la remodelada iglesia de San Antón y una pequeña y conservada plaza interior.
En cuanto a las Lagunas, que no son muy conocidas a nivel general y que bien merecen una visita, se trata de un complejo humedal endorreico, compuesto por cuatro cubetas de tipo kárstico. El llamado lago de arriba tiene 2 ha de superficie, el lago grande 16’3 ha, un pequeño lago de apenas 0’8 ha, además de una cuarta prácticamente ya colmatada. La laguna grande, que se divide a su vez en dos cubetas con profundidades de entre 9/16 m; la otra laguna más pequeña llega a alcanzar los 7 m de profundidad.
Se trata de una zona protegida, un hábitat muy especial para buen número de especies de aves que viven y se reproducen aquí. Estas lagunas no tienen ningún afluente y son las aguas subterráneas quienes las abastecen y compensan de las posibles pérdidas por evaporación. El agua no se utiliza para el riego.