Ruta entre Biescas y Yosa de Sobremonte
Ruta entre Biescas y Yosa de Sobremonte
12-jul-2018 — 9’4 km (ida y vuelta). Unos 340 m de desnivel acumulado
Entretenido paseo en las Tierras de Biescas por la margen izquierda del barranco de Arás. Durante la subida nos ajustamos a las marcas del GR-15, pero la bajada la hicimos por la pista rodada. Este trayecto es una prolongación del que hicimos el año pasado entre ‘’Biescas y Yésero, de ida y vuelta’’.

Otras rutas que hemos hecho por los alrededores son:


Estamos en lo que podría considerarse como el interfluvio entre dos ríos, el Gállego y el Aurín, entre los valles de Biescas y de Acumuer, por una antigua senda o camino que unía a Biescas con Yosa de Sobremonte y atravesando un espeso bosque de repoblación. (Sobre la forma de actuar del Patrimonio Forestal del Estado en las repoblaciones de los montes de Huesca, se recomienda la página web: http://esmemoriaus.blogspot.com/search?q=el+proceso+de+la+compra+venta+de+los+montes


¡En el Arás…, sudarás!
(‘’http://esmemoriaus.blogspot.com/search?q=ar%C3%A1s+’’)
Barranco de Arás (de raíz prerromana y preindoeuropea: Ar — ‘’corriente de agua’’—). Un gran colector de las aguas desde el cerrado que presiden las Puntas de Balposata (2198 m) y d’as Canals (2141 m) y las Peñas d’Aso (2112 m), que está encajonado entre crestas que, en paulatino descenso, van desde los 2000 m hasta el valle de Biescas. Primero es el barranco de Aso y a partir de Yosa de Sobremonte ya como barranco de Arás.


Yosa de Sobremonte
(al igual que Yaso, proviene del latín: yeso) —1260 m de altitud—.
En la parte baja de las laderas de la llamada Selva Yosa, cuyo punto más alto es O Pueyo con sus 1621 m. Un pequeño núcleo urbano, muy bien conservado y en el que destaca la iglesia parroquial de San Urbez (siglo XVII).


Las ‘’Señoritas de Arás’’
En la margen derecha del barranco sobre una pronunciada ladera de lo que fue una morrena glaciar. Por el Valle de Biescas, que tiene forma de artesa, discurría una lengua de hielo con un espesor de unos pocos centenares de metros y una anchura de hasta dos kilómetros. El glaciarismo no se centró solo en el cauce principal del valle, también lo hizo sobre los barrancos laterales que confluían en él, por lo que, en las épocas de máxima glaciación las lenguas se adentraban en ellos conformando unas potentes morrenas. Por lo tanto, el barranco tiene una morfología de depósitos de morrenas donde también se acumularon otros materiales de distinta procedencia.


Las ‘’señoritas’’ son unas chimeneas de unos 15/20 m de altura con un cuello formado de materiales morrénicos y coronadas por un bloque de material resistente que viene a protegerlas de la erosión. Son muy sensibles al desgaste hídrico, el cual, a su vez, ha ido modelando estas columnas en constante evolución. Llama la atención su alto potencial estético y los bloques pétreos que las coronan resultan ser unos puntos de especial energía dentro del campo visual. Hasta el año 2005 hubo dos ‘’señoritas’’ —O Cura y A Casera—. O Casera se derrumbó y ahora tan solo queda un pináculo, de unos seis metros, que justifica su existencia. No obstante, detrás de O Cura, se está formando otra columna a la que ya denominan: O sobrino del Cura.

Estas formaciones geológicas, que a lo largo de la historia habrán sido objeto de multitud de leyendas, fueron testigos principales de la gran tragedia humana acaecida el 7 de agosto de 1996, al paso de unas aguas bravas y embrutecidas proyectadas con virulencia y sin piedad sobre el cono de deyección en el río Gállego, como resultado de las intensas lluvias caídas sobre esta pequeña cuenca hidrográfica en un corto espacio de tiempo. Es un barranco que ya dio otros sustos en épocas pasadas.
