Ruta circular por los alrededores de Huesca
Ruta circular por los alrededores de Huesca, con inicio y final junto al Parque deportivo San Jorge, pasando por la ermita de San Jorge, el campo de fútbol del Alcoraz, Santuario de Loreto, Banariés, Cortés, Polígono Tecnológico de Walqa, la antigua Universidad Laboral y la alberca de Loreto.
8-ene-2020 — Itinerario: 20 km — Desnivel acumulado: 86 m
Algún pequeño atisbo nos mantenía la esperanza de que la niebla se diluyera y pudiéramos disfrutar de un excelente día excursionista. No pudo ser; las ventanas que se abrían y nos permitían ver de vez en cuando el sol, acabaron por cerrarse y los jirones de unas nubes inquietas y agrisadas lo invadieron todo. Así que, todo el recorrido lo hicimos envueltos por una espesa niebla, que solo se levantó cuando finalizábamos el paseo, pero ello no nos impidió disfrutar de la andada.
Ermita de San Jorge
Una vez iniciado el recorrido junto al Palacio Municipal de los Deportes, la primera parada fue la visita al cerro y a la ermita. Estamos en lo que, en los primeros tiempos del medievo, se llamaba: El Pueyo de Sancho. Un lugar elegido por el rey Pedro I para preparar el asedio de la ciudad de Huesca, allá por el siglo XI.
El edificio actual data del siglo XVI, sustituto de otro del siglo XII/XIII que había sido levantado para conmemorar la victoria de la Batalla de Alcoraz. El encargado de construir la nueva iglesia fue Domingo Almanzor, natural de Almazorre, a quien se deben también los acabado del crucero de la ermita de Loreto (1554), diversas reformas en la Catedral de Huesca (1566) y arreglos en San Pedro el Viejo; la iglesia de Sipán (1600) es su última labor documentada.
Lugar emblemático de la ciudad, con un entorno familiar y replantado de pinos a principios del siglo XX. La fiesta popular es el 23 de abril. San Jorge, fue un santo mártir de la Capadocia (siglo IV) y patrono del Reino y Corona de Aragón.
Su ubicación estratégica y esencial, a las puertas de la antigua ciudad —hoy se halla integrado ya en lo que es el casco urbano—, le ha llevado a ser testigo de algunos acontecimientos importantes, además de la citada Batalla de Alcoraz: a fines del siglo XVIII, a causa de la contienda bélica contra Francia en la llamada Guerra de los Pirineos, este lugar quedó reconvertido en un polvorín; en el año 1837 fue testigo de luchas carlistas; y durante la pasado guerra incivil también padeció los avatares de la contienda.
Es el final de la última etapa del GR-234 —‘Camino de la Jorgeada’, que viene desde Almudévar. Un trayecto, desde el pueblo de Pedro Saputo, todo un personaje de la literatura aragonesa, que tenemos pendiente de realizar, pero que vamos a procurar no tardar en hacerlo.
Estadio del Alcoraz
Debe su nombre a la batalla que tuvo lugar por estos alrededores en el siglo XI. Un campo que fue inaugurado a principios de la pasada década de los setenta. Aquí juega la S.D. Huesca.
Santuario de Loreto
Antes de llegar aquí y flanqueando el camino nos encontramos el ‘monumento a Santa Paciencia’. Es contemporáneo e indisoluble al Santuario, posiblemente del siglo XVIII. La tradición dice que en este lugar esperaba Santa Paciencia a sus hijos, Orencio y Lorenzo, cuando volvían de la escuela. Es habitual, por parte de los caminantes, depositar una piedra en el montón que hay junto al monolito y que, en ocasiones, han llegado incluso a taparlo.
La imagen del santuario se recorta entre la niebla, la cual nos acompaña en todo momento.
La tradición dice que aquí nació y vivió San Lorenzo en el siglo III, cuyos padres eran San Orencio y Santa Paciencia. San Lorenzo es el Patrón de Huesca: fue diácono del papa Sixto II y murió ejecutado en el año 258, pocos días después del pontífice (la leyenda lo asocia al martirio de ser asado vivo en la parrilla, pese a que, en aquella época, los edictos romanos ordenaban que las muertes fueran rápidas).
En el siglo XII ya se documentó este santuario, aunque la remodelación del edificio data del siglo XVIII. Hoy no hemos podido verificarlo por la niebla pero, dado su gran volumen, destaca sobremanera sobre la extensa llanura. Dependió del antiguo Abadiado de Montearagón y, se considera, fue la primera parada del Santo Grial en España.
Banariés y Cuarte
Dos pueblecitos que languidecen al lado de la absorbente capital y que están integrados en su municipio.
Un complejo entramado de acequias intenta nutrir y dar vida a esta inmensa planicie. Algunas datan del siglo XII, época en que la ciudad de Huesca era totalmente agraria. Un sistema de riego que todavía perdura y que toman sus aguas del río Isuela, con desfasadas condiciones técnicas para unos espacios a regar que, aunque bien concebidos, resultan muy grandes para las capacidades de agua disponibles, pues los caudales no siempre alcanzan. El pantano de Arguis, supuso una mejora, pero insuficiente.
La construcción de las albercas de Loreto (siglo XV) y de Cortés (ampliada en el siglo XVI), fueron, en su momento, unas obras de gran calado y prestaron una inestimable ayuda a la agricultura, aunque insuficiente. Muchos habrán sido los conflictos que se habrán dado por aquí por el tema del agua, teniendo que dar prioridad a unos cultivos sobre otros y a recurrir a sentencias judiciales para su resolución.
Parque Tecnológico Walqa
Inaugurado en 2002. Ubicado a unos ocho kilómetros de la ciudad de Huesca. Un polo de innovación e I+D, especialmente en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación, biotecnología y energías renovables en la comunidad aragonesa. Hemos hecho un pequeño recorrido por sus calles, haciendo parada en el Planetario.
Antigua Universidad Laboral. Centro de Enseñanzas Integradas
Para cerrar la circular, camino de vuelta a Huesca, hemos hecho el recorrido ajustándonos a los límites del recinto.
Se inauguró en el año 1967. Yo asistí a un curso en el año 68/69. Gratos recuerdos tengo de mi estancia aquí. Eran tiempos de blanco y negro.
Los recuerdos no dejaban de fluir. Las puertas de los compartimientos de la memoria no hacían nada más que abrirse y volvían a resurgir toda una concepción de pensamientos que creía ya olvidados.