Subida al Ibón de Gorgutes
Cuando el calor aprieta, lo más conveniente es desplazarse a sitios frescos, en los que la temperatura no sea sofocante. Así pues, el recorrido lo hemos realizado por el entorno de los Llanos del Hospital en el Valle de Benasque, justo en la parte más septentrional de la Comarca de La Ribagorza.
Nuestro deseo inicial era subir hasta el Puerto de La Glera, pero, al llegar al ibón de Gorgutes, nos hemos encontrado con un nevero cuya pronunciada pendiente hacia desaconsejable su paso, pues no llevábamos el material adecuado para ello; si atravesando el nevero, hubiéramos tenido algún traspiés o resbalón, el chapuzón en las aguas heladas del ibón estaba asegurado, encontrándose, además, una buena parte de su superficie cubierta por una gran placa de hielo.

El inicio de la caminata de hoy, 24 de junio de 2015, ha sido justo donde finaliza la carretera A-139, a los pies de la llamada Corona de Remuñé y desde donde se tienen unas excelentes vistas del Hotel Hospital de Benasque, así como de Los Llanos. En este preciso punto, estaba prevista la construcción de un túnel (el llamado “Tunel de Benasque”), el cual, tras unos pocos kilómetros, atravesando la barrera montañosa que conforman los picos de la Glera, la Montañeta o el Salbaguardia, nos iba a situar en territorio francés en un muy corto espacio de tiempo, al otro lado de la cordillera; y digo “estaba prevista la construcción”, porque esta infraestructura viaria era, y es, desde hace muchas décadas, uno de los mayores deseos de todo el Valle de Benasque, que, a buen seguro, serviría para revitalizar la economía de toda la zona, sobre todo en el aspecto turístico, pero es una asignatura que todavía tenemos pendiente y, creo, el tema va para largo.





El primer tramo de la senda, de subida al Puerto de La Glera, está un poco complicado, debiendo acometer un pronunciado desnivel por el fondo de un barranco, en el que abundaban las piedras de todo tipo, algunas grandes y resbaladizas, y con unas escorrentías de agua que hacían algo más dificultoso el caminar.








Los pasos fronterizos por el Valle, para poder pasar a Francia, siempre han sido muy frecuentados, y, además de peligrosos por la posible climatología adversa en determinados momentos (nevadas o tormentas), son complicados por su orografía. El Puerto de La Glera (2367 m), es uno de los cuatro pasos fronterizos que, a lo largo de la historia, se han utilizado como vías de comunicación entre el Valle de Benasque y la vecina Francia; los otros pasos son: el Puerto Biello (2666 m), que es el más antiguo, de la Edad Antigua y que llegó a ser usado incluso por los romanos; El Puerto de Benasque o Portillón (2444 m), llamado también el Puerto o Paso Nuevo, utilizado desde el bajomedievo; y el Puerto de la Picada (2470 m), que conecta con el Valle de Arán, cuyo paso fue habilitado allá por los siglos XIV ó XV. Durante la Edad Media, el puerto más transitado fue el de La Glera, también llamado de Gorgutes.


Estas vías de paso, durante muchos siglos, han sido usadas por los peregrinos, contrabandistas de todo tipo y condición, mulateros, refugiados, exiliados, comerciantes, maquis y emigrantes, así como por aquellas personas viajeras que han tenido necesidad de desplazarse.





Durante un buen tramo, la subida al Ibón la efectuamos siguiendo el cauce del barranco de Gorgutes, el cual se nutre de las aguas sobrantes del ibón de Gorgutes. A medida que íbamos ganando altura, el paisaje resultaba ser más espectacular, las vistas sobre La Maladetas y el fondo del Valle cada vez eran más impresionantes.





Puede apreciarse, perfectamente, la huella dejada por el paso de los glaciares en este valle pirenaico hace 45/50 mil años, con un modelado muy propio de alta montaña y con su típica morfología en artesa, o en forma de U, cuyas cabeceras comienzan en un circo con un trayecto encajonado y limitado por crestas, picos y aristas más o menos continuadas.


El Parque Posets-Maladeta, viene a reunir las mayores cumbres de la Codillera Pirenaica, con picos o tucas que superan con frecuencia los 3000 metros de altura (Aneto, 3404; La Maladeta, 3308; Maldito, 3350; Tempestades, 3278; Alba, 3107; Posets, 3273; Perdiguero, 3221; …. …. ….).




También este Parque, contiene los glaciares más meridionales de Europa y, junto con el resto de glaciares pirenaicos que todavía perduran, son los únicos de la Península Ibérica. El más extenso de todos es del Aneto, y también persisten los de La Maladeta, Tempestades, Barrancs, Lliterola, …. …. ….). En las últimas décadas, la superficie de los glaciares se ha visto reducida en una buena parte.




En un principio, la vegetación predominante era la típica del piso subalpino, compuesta principalmente por pino negro y, a medida que ganábamos altura, superando los 2000 metros, ha ido apareciendo la típica de piso alpino, con predominio de la pradera, unas zonas muy adecuadas para la ganadería (los puertos), la cual se desarrolla de forma natural como consecuencia de características de tipo edáfico o topográfico, que dificultan el desarrollo de bosques y facilitan el crecimiento herbáceo, como es el caso de las tuberas, zonas encharcables, etc.


En el terreno de subida a La Glera, nos hemos ido encontrando afloramientos de materiales paleozoicos (pizarras, calizas, areniscas rojas y granitos), los cuales constituyen el núcleo de la cordillera. Los macizos graníticos, son los que alcanzan una mayor altitud (montes Malditos; macizos de Perdiguero y Posets) debido a su elevada resistencia a la erosión.


Una vez hemos llegado al Ibón de Gorgutes, podemos apreciar que una buena parte del mismo todavía permanece helado, impidiéndonos un nevero poder continuar hacia el Puerto de La Glera, que estaba allí muy cerquita. El Puerto de La Glera, se llama así por los mantos de derrubios (pedrizas o canchales), que se han ido formando por la ruptura del roquedo producto de los procesos de congelación y descongelación del agua retenida en sus fisuras.






Los Ibones, son antiguas cubetas de sobre-excavación glaciar, que fueron esculpidas por el hielo en los períodos de mayor extensión y expansión de los glaciares. Al retroceder los hielos y quedar al descubierto estas cubetas, se convirtieron en áreas de recepción de las aguas procedentes de otros glaciares o de neveros que están en unos niveles superiores, los cuales, con el tiempo, llegarán a sufrir un proceso de colmatación natural. Según su altura o ubicación, pueden estar helados una buena parte del año.








Muy cerca del inicio de la senda de subida al Puerto de La Glera, donde hemos dejado aparcados lo vehículos, se hallan las ruinas del antiguo Hospital Viejo de Benasque, un edificio de hospedería donde se daba cobijo a todos aquellos viajeros que provenían de ambos lados de la frontera. Este antiguo refugio de caminantes, llegó a estar regentado por la Orden militar del Hospital de San Juan de Jerusalén, allá por el siglo XII.


A partir de los siglos XVI ó XVII, este Hospital dejó de tener su función, en favor de uno nuevo construido un poco más arriba aguas del Ésera y en el fondo del valle. No se sabe con total certeza el motivo por el que fue abandonado y sustituido por el otro, llamado el Hospital Nuevo de Benasque o segundo Hospital, el cual, dicho sea de paso, acabó siendo destruido por un alud en los primeros días del año 1826, donde murieron varias personas.
(Las fotos que se muestran a continuación, fueron tomadas el año pasado con motivo de la subida al Portillón)


La ubicación del actual Hospital, reconvertido hoy en día en un agradable y moderno recinto hotelero, fue debida a la construcción del nuevo refugio, a mediados del siglo XIX, que sustituyó al devastado por el alud.
