Ruta Circular por Fonz – Cofita
Visitamos de nuevo la Comarca del Cinca Medio, que, posiblemente, sea una de las más reducidas en cuanto a superficie se refiere, ubicada entre los somontanos prepirenaicos, las tierras bajas sureñas de la provincia de Huesca y las estepas monegrinas. La Comarca, geográficamente, se articula a lo largo del río que le da el nombre, el río Cinca, y, en lo económico Monzón es la ciudad más importante, aparte de ser su capital. Por el sur linda con el Bajo Cinca y los Monegros, por el oeste con el Somontano de Barbastro y por el este con La Litera, y la unión de estas dos últimas por su lado norte son las que impiden que limite con la Comarca de Ribagorza.
El recorrido de hoy, 9 de noviembre de 2015, ha completado lo que ha sido una circular entre las localidades de Fonz y Confita, de unos 14 kms. y sin llegar a las cuatro horas de duración, un terreno llano, sin apenas desniveles, habiendo comenzado por lo que es parte del itinerario de la Ruta de Joaquín Costa y terminado por el antiguo camino entre ambas poblaciones. Lástima que la niebla nos ha acompañado durante toda la caminata, impidiéndonos disfrutar del paisaje de esta parte del valle del Cinca, así como de las sierras que lo circundan de La Carrodilla y de Arbe.
Hemos iniciado el paseo en la villa de Fonz (cuyo origen toponímico parece ser proviene de la palabra fuente), que cuenta con un rico pasado, siendo los siglos XVI y XVII los de una mayor brillantez histórica, pues durante dicha época del Renacimiento, además de ser lugar de descanso estival elegido por el obispado de Lérida, llegaron a concentrarse una serie de ilustres personajes, de los estamentos eclesiásticos y nobiliarios, los cuales contribuyeron a incorporar nuevas corrientes humanistas y construir aquí sus casas solariegas. Fonz cuenta entre sus hijos con un buen número de relevantes personajes, tales como: Pedro Cerbuna (siglo XVI), Pedro María Ric (siglo XVIII), Francisco Codera (siglo XIX), José de Cistué y Coll (siglo XVIII), …. …. Hasta finales del siglo XVI, formó parte de los antiguos territorios del Condado de Ribagorza.
El casco urbano de Fonz, dada la cantidad de edificios de carácter histórico-artístico que lo conforman, es un verdadero conjunto monumental; sin ninguna duda, el más completo de toda la Comarca del Cinca Medio. Su Plaza Mayor, declarada Conjunto Histórico-Artístico, con soportales en su lado norte, viene a aglutinar algunos de los principales monumentos o edificios de la villa: tales como la Casa Consistorial (que fue desde el siglo XVI hasta la Desamortización de Mendizabal, en el siglo XIX, palacio de veraneo de los obispos de Lérida); la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción (elevada sobre un pequeño promontorio rocoso, cerrando la Plaza Mayor por su cara norte, de manera que para acceder a ella, hay que ascender por una escalinata pétrea que nos lleva al espectacular pórtico del templo); la Casa Alfós; Casa Bardaxí; Casa Camón; Casa Guilleuma (Siglo XVII, con riqueza ornamental en su fachada); el Palacio fortificado de los Gómez de Alba (de planta rectangular y adosado al arco de la Forza, que sobresale en una de las esquinas de la plaza); y la Fuente Monumental de los seis caños en forma de cabezas humanas, incorporado al escudo de armas de la población (del siglo XVI y estilo renacentista, construida con piedra caliza blanca).
Otros de sus edificios emblemáticos son la Casa Palacio de los Barones de Valdolivos (lugar de nacimiento de Pedro María Ric, en el siglo XVIII, Magistrado y Político que se distinguió en la defensa de Zaragoza durante los Sitios), y la Casa Moner (donde nació, en el siglo XVI, Pedro Cerbuna, fundador de la Universidad de Zaragoza y Obispo de Tarazona).
También son destacables el antiguo Hospital de Santa Ana (siglos XIII/XV), y la Fuente d’Abaix con su arco conopial (siglo XVIII) e incluida muy recientemente en el catálogo de Lugares de Interés Geológico de Aragón.
Durante el trayecto entre Fonz y Cofita, hemos atravesado una zona de arcillas, areniscas y yesos del Oligoceno (unos 35 mills/años, del período Terciario), con unas pendientes muy suaves y cotas que no llegan a superar los 500 metros de altitud. (El yeso ha sido una roca muy utilizada como material de construcción desde la antigüedad, hasta que fue sustituido paulatinamente por los cementos actuales, el hormigón o el ladrillo; todavía es posible encontrar alguna que otra edificación campestre en la que impera dicho material, y que mimetizan, perfectamente, con el paisaje de color blanco y gris).
El Canal de Aragón y Cataluña, obra de ingeniería hidráulica de principios del siglo pasado, que cruzamos en nuestro camino hacia Cofita, es la línea divisoria entre los campos de secano y regadío, ya a partir de entonces y hasta lo que son las riberas del río Cinca se imponen las zonas regables, unos territorios que han sufrido grandes transformaciones con la llegada del agua, mediante la construcción de nuevas infraestructuras para el riego, allanamientos de terrenos, grandes balsas acumuladoras de agua, creación de comunidades de regantes, etc. Para estas zonas la llegada del agua supuso una mejora en las condiciones higiénicas, la erradicación de enfermedades debidas a la carencia o escasez de este líquido elemento, mejorando notablemente la calidad de vida así como una profunda transformación en las relaciones y costumbres sociales de las gentes, aparte, claro está, de una mejora en su desarrollo económico. Este Canal, toma sus aguas del río Ésera, en el embalse de Barasona.
La llegada al pueblo de Cofita la hacemos por un camino paralelo al barranco de Valfría, el cual está canalizado en su tramo final antes de entrar en el casco urbano. De nuevo tenemos que cruzar otro gran canal, esta vez el de Ariéstolas, utilizado para aprovechamiento hidroeléctrico, que toma sus aguas por la margen izquierda del río Cinca dentro del término municipal de Estadilla.
Cofita, pequeña localidad perteneciente al municipio de Fonz, se halla ubicada en lo que fue el antiguo territorio de la Encomienda Templaria de Monzón.
En su plaza Mayor se halla la iglesia de estilo románico de la Magdalena (siglos XII/XIII) de filiación templaria, coetánea de la iglesia de la Transformación del Señor en Valcarca. Está aprisionada entre dos casas que han invadido su espacio aprovechándose de sus paramentos de piedra exteriores a modo de muros o paredes de las viviendas.
Para finalizar, me gustaría dejar constancia de las posibilidades que tiene la villa de Fonz a nivel cultural o turístico. Entiendo que la Administración debiera involucrarse bastante en la conservación y mantenimiento de los edificios más emblemáticos y de todo su casco urbano, pues, no es de recibo la situación en que se encuentran algunos de ellos, con unas decrépitas fachadas que bien merecen una esmerada atención, las cuales, supongo, serán un anuncio de cómo se encuentran los interiores de las casas. Nos llevamos una gran desilusión al ver bastante suciedad por las calles, con botellas de plástico, papeles, etc., desparramados por el suelo, un buen síntoma de dejadez y descontrol.
Fonz es un bonito conjunto monumental, que bien merece una especial atención y dedicación, con unos muy emblemáticos edificios que acumulan una gran historia y que merece mucho la pena sean conservados y cuidados con esmero. A poco que se invierta en su regeneración las posibilidades que tiene de atracción turística y cultural son inmensas. Véase Alquézar, que pudiera servir como ejemplo, aunque no tengan muchas cosas en común, pero podría ser una referencia.
