Ruta entre El Grado – Naval
Bonita ruta la realizada el 6 de marzo de 2017, con inicio en el Barrio del Cinca de la población de El Grado, para ascender a lo que es el antiguo casco urbano y dirigirnos desde allí a la Ermita de los Dolores para acabar el recorrido en Naval. En total han sido casi 16 km, de prolongada subida, en la que se han ido alternando las dos márgenes del pequeño valle excavado por el río Llastre.
Al principio, y durante un buen trecho, hemos seguido las marcas del GR-45, pero un poco antes de llegar a la despoblada aldea de Montarnero, que no abandonada, nos desviamos por una pista rodada, pasando por las cercanías del arruinado núcleo de Rosico, hasta llegar al camino de subida a la ermita de la Virgen de los Dolores. Para bajar hasta Naval deberemos seguir, también, las indicaciones del GR-45.
El territorio no nos era desconocido, pues, en varias ocasiones, ya hemos realizado otras rutas por los alrededores, e incluso, en enero del año 2013, hace ya cuatro años, seguimos fielmente las señales del GR-45 entre El Grado y Naval, y por aquel entonces ya pasamos por la aldea de Montarnero y la despoblada y ruinosa de Paúl. De aquella ruta no tengo hecha ninguna reseña. Sí tengo hechas otras entradas de caminatas efectuadas, con inicio o final en Naval o en El Grado:
“” El Grado – Artasona – Olvena “”
“” Naval – Salinas de Hoz – Hoz de Barbastro “”
El Grado:
Iniciamos la caminata en lo que es el Barrio del Cinca, junto a la carretera A-138, lugar donde hay enclavados varios establecimientos de hostelería y de otros servicios.
La subida al casco urbano, la hacemos por una pronunciada y estrecha carretera que accede directamente al pueblo, que ya nos exige un buen esfuerzo nada más empezar la ruta. Pasamos por el Canal del Cinca, cuyo origen está a unos pocos centenares de metros de donde nos encontramos, ya que parte de la impresionante presa del embalse de El Grado, que fue inaugurada en 1969, de 130 m de altura y 958 m de longitud (en una visita guiada que hicimos hace unos años al interior de la presa, se nos explicó que dentro de la presa hay hasta 6 km de galerías, ¡casi nada!). La capacidad del embalse es de 399 hm3, teniendo como finalidad la producción eléctrica y el regadío.
Su desarrollo urbanístico se adecúa al desnivel de una soleada ladera, adaptándose a su topografía.
La iglesia parroquial del Santísimo Salvador (siglo XVI/XVII), en cuya reja exterior figura la fecha de 1885), es el edificio más sobresaliente del conjunto urbano. Según consta en un panel informativo existente en el exterior del templo, podemos conocer que:
- Contó con importantes retablos y ornatos, que fueron destruidos durante la pasada guerra civil.
- Llegó a tener órgano de gran tamaño y espléndida sonoridad, que fue quemado durante la citada contienda civil.
- Tuvo gran relevancia, pues, el papa Julio III, en 1550, llegó a extender una “bula papal” reconociéndola como Colegiata.
- Durante el siglo XVIII, llegó a albergar incluso reliquias de San Martín de Tours y San Antonio de Padua.
- La escalinata de acceso al templo fue construida por un cantero de Graus, Francisco Goñi, cuyo contrato con la diócesis se firmó en 1914.
- Las dos campanas, que todavía se conservan, llevan grabado el nombre de “Santa Bárbara”, lo que nos viene a atestiguar que el campanario fue utilizado a modo de esconjuradero, para espantar las tormentas y otros males que pudieran acechar sobre la localidad.
Algún día accederemos a su interior.
Nos hallamos en lo que es la cuenca hidrográfica del río Llastre, un afluente del Cinca muy cerquita de El Grado. El río Llastre, que hoy llevaba bastante agua debido a las lluvias de los últimos días, tiene su nacimiento por los alrededores del núcleo de Suelves, dada la unión de varios barrancos procedentes de la sierra de Arbe. Lindando con la Comarca de Sobrarbe y en los límites del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.
La cuenca excavada se halla muy bien encajada y delimitada por una serie de sierras, serretas y cerros que vienen a formar parte de la antes mencionada sierra de Arbe, sierra de San Benito o de Olsón, alto del Pino, sierra Badaduana y la sierra de Salinas, además de estar enmarcada por una serie de picos o altos que apenas alcanzan o llegan a superar los 1000 de altitud (Platiello –954 m-; Peñarrueba -1107 m-; Alto del Pino -1018 m-; Picarra -889 m-).
El río Llastre, en Naval, pasa junto a los salinares de la Rolda, unas salinas de interior que han conseguido revitalizarse gracias a los nuevos usos de baños de talasoterapia y que tienen gran aceptación. La antigüedad de estas salinas es de origen incierto, aunque su explotación pudiera ser anterior al siglo XI.
Ermita Virgen de los Dolores. Naval:
Accedemos a la misma a través de una pista rodada que se desliza por las laderas del Pico Picarra, pasando por unos pinares de repoblación y dejando a un lado las aldeas de Montarnero y Rosico, esta última en ruinas. El Santuario de Torreciudad podemos verlo, al otro lado del pantano de El Grado, a media ladera de las estribaciones de la sierra de Ubiergo.
La ermita de la Virgen de los Dolores, situada en lo alto de la partida de Santa Cruz sobre un prominente cerro, que se divisa desde muchos puntos en la lejanía, es un centro de veneración mariana muy visitado por las gentes de la zona. Data del siglo XVIII y fue reformado durante el XX.
El conjunto de este centro de atracción religiosa consta, además de la propia ermita, de vivienda, cuadras, dependencias auxiliares, etc. Los alrededores se hallan muy bien acondicionados como zona de esparcimiento. El primero de mayo es cuando se efectúa la tradicional romería, día en que también se realiza el simbólico acto de la bendición de términos a los cuatro puntos cardinales.
Nos llamó la atención la ubicación del campanario, con una sola campana, sito a ras de suelo junto al lado sur del edificio, y desde donde se puede disfrutar de unas excelentes vistas de Naval y de todo su entorno paisajístico, hoy todavía más magnificado debido a que los almendros estaban floridos y resaltaban más su contemplación.
Naval:
Un pueblo situado, quizás, en uno de los entornos más bellos de la Comarca del Somontano, a los pies de la sierra de Arbe. Mi abuela, por parte materna, era natural de este pueblo y es por ello que tengo una especial querencia por el mismo.
Esta localidad se formó al amparo de un castillo, del que aún quedan algunos restos, junto a su iglesia parroquial de Santa María (siglo XVI). El conjunto urbano es de carácter defensivo en el que todavía perviven los aires medievales, y que se halla muy bien conservado.
Todavía perdura la tradición alfarera, de orígenes medievales y moriscos, la cual, junto a la explotación de la sal, han sido, desde hace muchos siglos, las principales fuentes de trabajo y riqueza del pueblo.