Una reseña sobre nuestro Patrimonio
El patrimonio acumulado a lo largo del tiempo, ha ido dejado constancia de la forma de hacer de nuestros antepasados, de los distintos tipos de construcciones y su uso, del progreso evolutivo de las tecnologías, del desarrollo comercial y de la industria, de las distintas formas de contratación, de los oficios, de la religiosidad y creencias, y de todo aquello que, en mayor o menor medida, ha podido influir en lo que se denomina cultura popular.
El propio proceso evolutivo de la revolución industrial, desde mediados del siglo XIX, llevó a la postergación y a su posterior abandono, e incluso al olvido, a todas aquellas actividades que no supieron o no pudieron guardar los niveles de eficiencia requeridos para su subsistencia, con todo lo que ello llevó aparejado en cuanto a los posteriores movimientos migratorios de población del mundo rural a la ciudad.
A mediados del pasado siglo XX, se intensificó el abandono de los pequeños núcleos habitados rurales, contribuyendo con ello al despoblamiento de aldeas y pueblos, con el añadido de la dejadez del patrimonio cultural acumulado a través de los siglos; quedando desamparados toda clase de edificios singulares, iglesias, ermitas, molinos, pozos de hielo o nieve, salinas, ….. …… La mayoría sufrió todo tipo de saqueos y agresiones, quedando a merced de la implacable climatología que, poco a poco, va mermando la solidez de las edificaciones, y del imparable avance de la vegetación que todo lo invade.
Hoy en día, la situación de la mayoría de los pueblos deshabitados es de total dejadez, con la particularidad de que poco o nada se hace para salvaguardar su patrimonio, el cual, en muchos de los casos, se ha ido desmontado o destruido para aprovechar las tejas, las losas de piedra o los sillares bien tallados y ubicarlos en sitios bien distintos o lejanos para los que fueron inicialmente concebidos.
Este capítulo, de “Nuestro Patrimonio”, quiero dividirlo en dos partes, una de ellas destinada a explicar su uso inicial para el que fue creado, en “Apuntes sobre el Patrimonio”, y la otra parte para dejar constancia, aunque sólo sea mediante imágenes, de la situación actual en que se encuentra, en “Fotografías de nuestro Patrimonio”.
Conservar y recuperar nuestro patrimonio debiera ser una labor primordial de todos, indistintamente de las creencias o tendencias que se puedan tener, en la que debiera involucrarse plenamente la administración, tanto la estatal como la autonómica o local, mediante su apoyo o ayuda a la constitución de fundaciones, asociaciones o grupos de amigos de “…….” , lo cual ayudaría y contribuiría al mantenimiento y recuerdo de algo que es de todos y que, de alguna manera, llevamos acumulado en nuestro interior y que, seguramente, habrá influido en el acontecer de nuestro sistema de vida actual, aunque ahora no nos lo parezca.