Ruta por Tierz – Ermita de Salas – Monflorite
Un paseo entre Tierz y Monflorite
16-nov-2015 — 14 km
En lo que respecta a la climatología no ha sido una buena jornada la que hemos elegido, pues una espesa niebla nos ha acompañado durante todo el paseo, aunque ha levantado un poco al final, pero el sol no se ha dejado ver. Los comienzos de la caminata han sido más bien fresquitos, aunque, poco a poco, hemos ido entrando en calor.
Hoy recorrido por los alrededores de Huesca capital, bien cerquita de su casco urbano, entre las poblaciones de Tierz y Monflorite, previo paso por el Santuario de Nuestra Señora de Salas. La ruta, que no ha tenido ninguna dificultad, al desarrollarse por un terreno totalmente llano, no ha seguido un itinerario previamente marcado, aunque si se ha coincidido con algunos pequeños tramos de los PR-HU 143 y 144.
La localidad de Tierz (cuyo topónimo es de origen romano –“”tertium miliarium””-) ha sido el punto de partida del paseo matinal de hoy, tomando el antiguo camino de Huesca, que a través de los campos de cultivo nos llevará hasta el cercano Santuario de Nuestra Señora de Salas. En este pueblo, situado a las faldas de los escarpes de Montearagón, tenemos pendiente de visitar la ruta “huellas de la guerra” por la zona de Estrecho Quinto, donde se han recuperado trincheras y diversas fortificaciones de lo que fue el “Cerco de Huesca” en la pasada contienda civil, controlando la ciudad de Huesca y otras poblaciones de la Hoya.
Prácticamente, toda la llanura está compuesta por unos extensos campos de cultivo, regados por una compleja red de acequias, que se nutren de los ríos Flumen e Isuela, y que representan las arterias para llevar la savia a estos territorios desde tiempos del medievo.
En ambos ríos, el Isuela y el Flumen, se han venido haciendo actuaciones por parte del hombre desde muy antiguo, con el fin de conseguir desviar sus aguas para riego y llevar el agua para boca a la ciudad de Huesca y las poblaciones de su alrededor. Estos dos ríos, además del Alcanadre, Guatizalema, Sotón, Gállego, Formiga o el Calcón, atraviesan la Comarca de La Hoya de Huesca, los cuales, muchos de ellos, y a menudo, vienen a formar profundas gargantas que son dignas de verse.
El río Isuela, ha venido sufriendo numerosos impactos en su cauce, tanto en su regulación como en su canalización (el paso por la ciudad de Huesca está canalizado); ya en su cabecera se encuentra el pantano de Arguis, el cual almacena agua para los regadíos de La Hoya, también su llanura de inundación está gravemente alterada, pues, aparte del uso agrícola, se vienen a localizar distintas infraestructuras públicas para el transporte con alta capacidad, como son las autovías, carreteras o el mismo ferrocarril, así como la implantación de algunos espacios de carácter industrial. Este río nace en la cubeta de Arguis, entre las sierras de Bonés (1562 m) y la del Gratal (pico Gratal 1543 m), flanqueado por las sierras del Águila (punta y pico del Águila) y el monte Peiró (punta Peiró 1579 m), atravesando una estrecha garganta en su camino hacia Huesca, para desembocar en el río Flumen, a la altura del pueblo de Buñales, después de haber recorrido cerca de 44 kilómetros.
Aguas abajo de Huesca, el río Isuela se convierte en un estrecho corredor ribereño debido a la limitación impuesta por los extensos campos de cultivo de la zona, con unos sotos reducidos y recortados por los campos de labranza. La mayor parte del trazado se reduce a una no muy ancha hilera de vegetación que viene a tapizar escasamente las orillas del cauce.
En cuanto al río Flumen (de nombre repetitivo –flumen/fluvius “”curso importante de agua””), tiene una cabecera de carácter bífido con igual nombre; es decir, por el oeste su cauce nace en la cubeta formada entre las sierras de Bonés (1562 m) y la de Jabierre (1493 m), mientras que su cauce oriental lo hace en los estrechos de caliza de la Pardina de Orlato, a los pies del cerro de Orlato (1285 m); una vez unidos ambos cauces en las cercanías del despoblado de Santa María de Belsué y donde se forma el pequeño pantano de igual nombre, inicia su caminar hacia los llanos de La Hoya, atravesando unas estrechas y profundas gargantas a los pies de la sierra de Gabardiella por su parte oriental (punta Norte -1504 m-; Gabardiella -1696 m-; pico de Lunca -1636 m-; collada de la Luna del Pueyo -1465 m-; pico de los Paúles -1522 m; y pico Estillero -1421 m-) que finalizan en el espectacular tajo del Salto del Roldán (entre la Peña de Amán Men -1121 m- y la peña de San Miguel -1126 m-), antes de aparecer en el llano a la altura de Montearagón; por su margen derecha destaca la sierra del Águila (punta del Águila -1631 m- y el pico del Águila -1619 m).
Este río, el Flumen, después de recorrer 120 kms., vierte sus aguas al río Alcanadre, aguas abajo de Albalatillo, ya en la Comarca de Monegros. Además del pantano antes mencionado de Santa María de Belsué, alberga en su cauce otro más pequeño, el de Cifuentes, y el recientemente construido de Montearagón.
La Hoya de Huesca tiene un gran problema, a pesar de haber levantado un gran embalse en el cauce del Flumen, sobredimensionado para lo que es el uso que se le da actualmente, pues, además de contar con unos regadíos que no están modernizados y que tienen un gran consumo de agua, la realización de nuevas obras, al parecer, se hallan paralizadas. El nuevo pantano, de Montearagón, debería haber permitido una mejora sensible en las zonas regables y en la expansión de otras nuevas y no ha sido así.
El Santuario de Nuestra Señora de Salas, del siglo XIII, en los aledaños del núcleo urbano de Huesca, está ubicado en lo que fue la antigua vía de comunicación que unía Huesca con Pertusa y Berbegal, a través de la vía romana (Tarraco-Osca), y actualmente Camino de Santiago. Llegó a ser un santuario-hospedería, en un lugar de mucho tránsito viajero durante la Edad Media. El templo se halla restaurado, encontrándose en buen estado.
Una vez visitado el Santuario, nos dirigimos hacia el pueblo de Monflorite, destino final de nuestra ruta de hoy, pasando antes por una Granja Escuela – Centro de Terapias Asistidas con Animales. Un poco antes de llegar a Monflorite, visitamos la ermita de Nuestra Señora de los Dolores (siglo XII), lo que son los restos de un antiguo convento de mercedarios; tan sólo se conserva la cabecera trebolada de la iglesia y el arranque del primer tramo de la nave, pudiendo apreciarse todavía algunas pinturas murales en su interior.
En el pueblo de Monflorite, típico núcleo urbano de La Hoya de Huesca, con sus grandes portadas de piedra en las viviendas y sus arcos de medio punto, destaca la iglesia parroquial de San Ramón Nonato (siglo XIX), con su inacabada torre del campanario; además existe una esplendorosa y reconstruida Torre medieval (siglo XIV), de los López de Gurrea, duques de Villahermosa, la cual es un buen ejemplo de torre de señorío de Aragón y que se levantó como residencia señorial, un tipo de fortificación arquitectónica propia de tiempos en los que imperaba la estabilidad y las torres de este tipo tan sólo tenían unas funciones decorativas y de exhibición de linajes para demostrar su dominio sobre el lugar.
Muy cerca del pueblo se halla el Aeropuerto, que no pudimos divisar dada la niebla existente en la zona. No obstante, algún día hablaremos sobre la construcción de esta “tan acertada” infraestructura y de sus desmesuradas previsiones de utilización, hechas en unos tiempos de bonanza económica en los que imperaba el despilfarro.