Ruta entre El Tormillo, Lastanosa y Peralta de Alcofea
Una ruta entre el Tormillo, Lastanosa y Peralta de Alcofea, pasando por el yacimiento del despoblado medieval de La Torraza y la balsa-pantano de Lastanosa.
6-marzo-2019. 21’2 km – 253 m de desnivel acumulado.
Nos hallamos en un territorio de marcada personalidad, donde se unen las llanuras del Somontano y las estepas monegrinas, ubicado entre los sasos y montes de Terreu y las inmediaciones del río Alcanadre por su parte más occidental, surcado por el barranco de La Clamor y el valle de La Primicia, además de la acequia o canal de Pertusa. Paseo agradable, en un día gris con nubes amenazantes y ligero viento.
El Tormillo
(Su nombre puede significar: peñasco elevado, altura)
Destaca la iglesia parroquial de Santa María (siglo XIII), así como los restos de la iglesia de Santiago (siglos XIII/XIV).
La portada de la iglesia de Santiago, fue arrancada y desmontada a finales del siglo XIX y se llevó a la iglesia de San Martín en Lérida, por iniciativa del obispo Josep Messeguer.
Es un pueblo que sobrevivió a diferentes jurisdicciones: tanto eclesiástica como de realengo. Un pueblo que puede ser fiel reflejo del abandono del patrimonio por parte de la administración. La viva imagen de un ‘patrimonio emigrado’, que ha ido desapareciendo a lo largo de diversas épocas y por diferentes motivos, tales como: retablos, tallas, monedas, orfebrería y otras artes decorativas, a lo que habría que añadir aquellos elementos arquitectónicos que ahora se exponen en diversos museos españoles y extranjeros o decoran mansiones de acaudalados coleccionistas, tales como portadas, chimeneas o techumbres, así como otros de carácter arqueológico o etnográfico.
La dispersión del patrimonio se fraguó, principalmente, durante el siglo XIX y principios del XX, ante la puesta en escena de anticuarios y marchantes que iban recorriendo la geografía aragonesa. La desamortización de los bienes de la iglesia también contribuyó a ello.
No muy lejos del pueblo y en lo alto de un pequeño cerro se halla la restaurada ermita de San Jorge, del siglo XII/XIII.
Unas buenas vistas podemos obtener desde el alto de la ermita. Ante nosotros una depresión orográfica excavada por el barranco La Clamor, donde se halla enclavada la población. Un terreno característico de la parte más meridional del Somontano, con unos sedimentos dispuestos horizontalmente, en el que se van alternando unos estratos de variada litología y que vienen a ofrecer distintas resistencias a las acciones erosivas (calizas, margas, arcillas, …). Estructuras de relieves tabulares, muelas y cerros testigos se han ido conformando por la acción de la erosión fluvial.
Despoblado medieval de La Torraza
Se remonta a los siglos XI/XII. Ubicado sobre un alargado cerro con orientación N-S. Fue excavado a finales de la década de los años setenta del siglo pasado.Su nombre hace referencia al conjunto de piedras y sillares, pues, popularmente, se llegó a interpretar como los restos de una torre.
Un antiguo poblado, en el que todavía pueden apreciarse restos de lo que fueron sus casas y que todavía conserva parte de la fortificación que la protegía. Destacan las cías o depósitos excavados en la roca para el almacenamiento de grano.
En uno de sus extremos hay una espectacular necrópolis, con treinta tumbas antropomorfas, de las que tres pertenecen a niños, excavadas en la roca arenisca.
Un lugar enclavado en la margen derecha del barranco de La Clamor, a unos 400/500 m de la ermita de San Jorge, con unas excelentes vistas sobre El Tormillo y el pequeño valle que se abre hacía el sur. Se recomienda su visita.
La pista rodada que nos lleva hasta el valle La Primicia, donde se hallan el pueblo y el pantano o balsa de Lastanosa, asciende por una pequeña sierra, con unos relieves estructurales de grandes bancos de areniscas quebradas sobre pequeños montículos o escarpes, bajo los que asoman materiales arcillosos o margosos, que vienen a enlazar con áreas deprimidas o directamente con los campos de cultivo, a veces poblados de pequeños bosques de carrascas.
Pasamos por al lado de un gran complejo de placas fotovoltaicas. Este parte ocupa casi las 100 ha, con más de 1000 seguidores y de casi 100 m2 cada uno. ¡Impresionante!
Nada más asomar al valle La Primicia, ya vemos la gran balsa de regulación, de 9’85 hm3 y que da servicio a casi 10 mil hectáreas de superficie regable. Se abastece del Canal de Pertusa, el cual toma sus aguas del Canal del Cinca. Una balsa reguladora de los propios regadíos, que junto con otras almacenan un buen número de hectómetros cúbicos.
Lastanosa
(de lastón: hierba de pasto)
Destaca la iglesia del Salvador (siglo XV), construida sobre los restos de un antiguo castillo.
Típico pueblo monegrino, rodeado de unos terrenos donde imperaba el secano y que ahora se han visto mejorados por la implantación de nuevos regadíos, en donde abundan nuevas plantaciones de frutales. La llegada del agua, todo lo cambia.
El recorrido hasta Peralta de Alcofea, nos llevará a pasar por las cercanías de la ermita de San Sebastián (siglo XV). Abundan los matorrales, con abundancia de retamas, romero, albardín, ontinas, tomillos, …
Un territorio donde se prodigan las plantaciones de almendros y olivos y salpicados de granjas, atravesado por el Canal de Pertusa y que poco a poco va cambiando su fisonomía.
Peralta de Alcofea ya lo visitamos hace algún tiempo. Ver enlace.