Ruta circular por el Refugio de Estós
Desde el aparcamiento que existe al comienzo o en el final del valle de Estós, según se mire, hemos efectuado un recorrido de ida y vuelta, hasta el Refugio de Montaña de Estós, pasando antes por las cascadas de las Gorgas Galantes y siempre siguiendo el curso de las bravas aguas del río Estós. La caminata ha sido de unos 17’5 km., aproximadamente, de una duración de poco más de cinco horas, teniendo en cuenta las paradas que se han hecho para recrearnos del paisaje y la obligada visita a los espectaculares saltos de agua de las Gorgas Galantes.
La caminata de hoy, 20 de julio de 2015, ha transcurrido, íntegramente, por una parte del trazado del GR-11. Ya habíamos visitado este valle en otras dos ocasiones, una para subir al bello ibón de Escarpinosa, cuya visita me gustaría repetir, y en otra ocasión ascendimos hasta el Ibón Grande de Batisielles; los dos ibones son dignos de visitar.
El valle de Estós destaca por sus armoniosos contrastes; es el típico valle de modelado glaciar en forma de U, en el que conviven los poblados bosques de pino negro y grandes hayedos en sus laderas, con las extensas praderas que se han venido utilizado desde tiempos inmemorables para el aprovechamiento ganadero, y todo ello flanqueado por altas montañas donde se prodigan los neveros, los ibones y unas escarpadas agujas.
Este bonito valle, está situado de pleno en lo que es la denominada Zona Axial, una de las grandes unidades geológicas pirenaicas, la cual ocupa todo lo que es el norte de la Comarca de La Ribagorza, entre Sahún y el límite fronterizo con Francia, encajonado entre dos impresionantes macizos graníticos de gran altura, como son el de Perdiguero y el Posets, y forma parte de lo que es la jerarquización de la red hidrográfica del río Ésera.
Está integrado en lo que es el Parque Natural Maladeta – Posets, aunque la propiedad del mismo es comunal de los vecinos de Benasque desde tiempos inmemoriales.
Durante el recorrido, que es ascendente hasta el refugio de montaña, se van sucediendo los arroyos y las cascadas, que van salvando las escarpadas laderas de las montañas, para acabar depositando sus aguas en el río Estós, lo que nos indica que, en las alturas, existen numerosos ibones que desaguan y están conectados con el resto de la red fluvial. Los ibones, como ya he comentado en otras ocasiones, son depresiones de origen glaciar cuyas cubetas, al retirarse las grandes masas de hielo, quedaron rellenas de agua; con frecuencia, suelen estar agrupados y se escalonan a diferentes alturas, nutriéndose de neveros o de arroyos y, a veces, están interconectados a través de barrancos que se alimentan de sus desagües.
En el transcurso de la caminata, hemos podido ir apreciando la importancia que ha llegado a tener este valle para Benasque y su economía, reportándoles a lo largo de los siglos unos grandes beneficios, que van desde los aprovechamientos de los pastos a las explotaciones madereras, pasando por la caza y la pesca, a lo que cabe añadir la explotación hidrológica y el turismo de alta montaña desde el pasado siglo XX.
Durante muchos siglos, la ganadería, en todos sus aspectos, fue una de las principales riquezas del valle de Benasque, tales como la cría o recría del ganado caballar, asnal o mular, el vacuno, el ovino y el porcino. Todos estos volúmenes de ganado, se llegaban a comercializar en las principales ferias del reino (como por ejemplo, en las de Graus o Barbastro), pues gozaban de gran prestigio dada su alta calidad
Todo el conjunto del valle presenta una gran biodiversidad en cuanto a su flora y fauna. Su excelente conservación, pues no ha sido muy maltratado por las actividades del hombre, es una consecuencia directa del uso sostenible que, de forma tradicional, se ha caracterizado en el aprovechamiento de los montes; ello puede ser debido a que, al ser una propiedad mancomunada en la que han intervenido los vecinos de Benasque desde muy antiguo, no se han sobreexplotado ni los bosques, ni los pastos, ni los recursos hidráulicos, más bien han estado sometidos a una regulación sostenible
En la medida en que vas ganando altura, la húmedad y una temperatura más fresca van haciendo acto de presencia, pudiendo apreciar claramente como la vegetación se va distribuyendo conforme gana en altitud, formando lo que se denomina pisos de vegetación. Hasta los 1600/1700 metros, lo que se denomina el piso montano, la vegetación destaca por unos profundos hayedos y pinares de pino silvestre, además de fresnos, avellanos, abedules, bojes, ….; superada dicha altura, y hasta las 2200/2300 metros, lo que es el piso subalpino, predomina el pino negro, adoptando con frecuencia un estado de bosque abierto, con ejemplares repartidos por el territorio entre los que va creciendo el prado; y, a partir de dicha altura, en lo que se llama el piso alpino, la vegetación que predomina es la pradera alpina, muy adecuada para el pasto de la ganadería (es lo que se acostumbra a llamar los puertos).
En todo el recorrido, los desplazamientos a motor están prohibidos, a excepción hecha de los propios vehículos de los guardas del parque natural, y la caza está bastante restringida y condicionada a controles demográficos de las especies que habitan en el territorio protegido.
Antes de llegar al Refugio de Estós, nos hemos deleitado con las espectaculares cascadas de las Gorgas Galantes, impresionantes saltos de agua del propio río Estós.
Después de recrearnos con la visión de las cascadas y su gran estruendo, hemos llegado a una pequeña pradera donde se halla la cabaña del Tormo, un pequeño refugio de pastores, precisamente allí nos hemos encontrado a uno que nos ha dicho tenía que ir a recordar el ganado que estaba a unos dos horas de distancia.
Desde la cabaña del Turmo hasta el refugio de montaña, nuestro objetivo de hoy, quedaban unos 30 minutos de una prolongada subida, llamada rompechulos, que hemos superado sin problemas. El Refugio de Estós, también llamado del Cantal (1890 m), es uno de los lugares más carismáticos del Pirineo para los montañeros, ya que, en su momento, fue el primer refugio de montaña guardado. El actual refugio, fue inaugurado en 1987, que sustituyó a otro que fue destruido por un incendio en el año 1979 y que databa de 1948.