Ruta por Radiquero, Alberuela de la Liena y Bierge

Paseo primaveral por las faldas de la sierra de Guara, entre las poblaciones de Radiquero y Bierge, pasando por Alberuela de la Liena. Ha sido un recorrido por los interfluvios de los ríos Vero e Isuala y de este último con el Alcanadre. La jornada ha resultado agradable, con buena temperatura para la práctica del senderismo, sin ningún tipo de dificultad técnica y sin problemas.
El recorrido de hoy, 3 de junio de 2016, con una distancia de alrededor de 11 km, es una ruta que ya hicimos a finales del año 2013, pero que no está publicada en el Blog. Nos hallamos en la Comarca del Somontano, a los pies de la sierra de Sevil, dentro de lo que es la sierra de Guara, una zona con gran tradición aceitera, pues son muy afamadas su producciones de aceite, hoy en día casi desplazadas a un segundo plano, ya que el turismo se ha convertido en el factor económico dinamizador del territorio. Bierge se encuentra en la parte más occidental de la Comarca, lindando con La Hoya de Huesca.

Iniciamos la andada en la población de Radiquero, perteneciente al municipio de Alquézar junto al pequeño núcleo de San Pelegrín. En este pueblo, que puede ser perfectamente el inicio de algunas de las caminatas a realizar por la sierra de Sevil y su entorno, sobresale la celebración de la Noche de las Ánimas coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, como también ocurre en algunos otros pueblos del Somontano.

En la parte más alta de la población, destaca su iglesia parroquial de Nuestra Señora de Bastarillas (siglo XVII), a cuyas faldas se extiende el casco urbano, con unas calles en ascenso hasta el mismo templo.


Radiquero, está incluido en lo que se denomina el Parque Cultural del río Vero, el cual da cabida a un interesante patrimonio, tanto natural como cultural, de la más diversa índole (paleontológico, arqueológico, arquitectónico, etnográfico, paisajístico, geológico, museístico y gastronómico), siendo depositario, además, de un buen repertorio de cuevas y covachas que albergan distintas pinturas parietales de épocas prehistóricas.

Tomamos el Camino del Somontano, dirección a Las Almunias de Rodellar, hasta encontrarnos con el desvío que nos llevará a Alberuela de la Liena. Al poco de iniciar la ruta, nos encontraremos con la Fuente de Radiquero, que se halla al lado de un antiguo molino, con una tipología típica a otras que nos vamos encontrando por el Somontano, de arco de medio punto.



Pasamos por unos campos de cereal que auguran una buena cosecha, salvo complicaciones de última hora.


Alberuela de la Liena pertenece al término municipal de Abiego, con un buen conservado casco urbano el cual se desarrolla en base a una calle que lo cruza con un ligero nivel descendente en sentido sureste a noroeste, con inicio en lo que es una magnífica Cruz de Término junto a la iglesia de arriba, Santa Orosia, para finalizar en la iglesia de San Nicolás de Bari (siglo XII), recientemente restaurada, y que se halla junto a las ruinas de un antiguo castillo.








Este es un lugar de unión de antiguas cabañeras que procedían del Bajo Sobrarbe y de la Sierra de Sevil (a las afueras del pueblo, debidamente señalizada, se puede encontrar la cabañera que, atravesando todo el Somontano, unía Mequinenza con Broto). El significado de “Liena” es unión, haciendo referencia a las confluencias viarias. El nombre de “Alberuela” podría tener una procedencia preindoeuropea, “”ALB””: altura que contrasta con el llano.


Desde la antigua iglesia de San Nicolás de Beri, que fue la parroquial hasta bien entrado el siglo XX, iniciamos un camino de bajada hasta el río Isuala, que bien podría tratarse de lo que fue la antigua entrada del pueblo, pues, todavía hay algún trozo empedrado. Cruzamos el río por una pasarela metálica que está asentada sobre los machones de un antiguo puente.



Bierge es visible desde la lejanía, pues su punto más alto, que es la iglesia parroquial de Santiago (siglo XVI), de estilo gótico tardío, se erige en lo más alto de un pequeño otero (Monte Cascallo, donde, se dice, hubo una remota iglesia y un antiguo castillo) sobre cuyas laderas va deslizándose el casco urbano. Antes de llegar, pasaremos muy cerca de la ermita de San Pedro de Verona, situada al sur en el sentido de Abiego, cuya visita dejamos para otra ocasión.



Un paseo por el casco urbano de Bierge nos descubre unas casas muy cuidadas con sus fachadas llenas de flores. Se prodigan los escudos heráldicos en las fachadas o sobre las portadas, que nos da cuenta de la fiebre nobiliaria que existió por la zona en el siglo XVIII. Pasaremos por delante del antiguo molino aceitero y de la pequeña capilla de San Lorenzo, lugar donde, actualmente, celebran los actos religiosos más cotidianos.




No podíamos dejar de visitar la iglesia de San Fructuoso (siglo XIII) que alberga parte de unas antiguas pinturas recuperadas. Para llegar a la citada iglesia, pasamos por delante de una bonita Cruz de Término (siglo XVI/XVII), actualmente ubicada dentro del pueblo, la cual se halla coronada con un crucifijo de forja.

La iglesia de San Fructuoso, declarada Monumento Nacional, es de una sencilla construcción, con sus muros de sillería y una portada con arco de medio punto y dos robustas arquivoltas protegida por guardapolvo. Consta de una sola nave con unos esbeltos arcos apuntados en el techo. El templo está asentado sobre las ruinas de una antigua mezquita árabe.



Durante la década de los cuarenta del pasado siglo, hubo de acometerse la reforma de la iglesia, y al obispado no se le ocurrió otra cosa que vender unas excelentes pinturas (del siglo XIII) que decoraban todo el frontal de la cabecera del templo y sus paredes laterales. Afortunadamente, pudieron recuperarse las pinturas de la cabecera y restaurarse, pero no así las de las paredes laterales, que, parte, se hallan en el Museo de Arte Nacional de Cataluña, y el resto en colecciones particulares u otros museos de Estados Unidos. Las pinturas recuperadas, reflejan actos de la vida de San Nicolás de Bari, San Fructuoso y de San Juan. ¡Ojalá, algún día puedan recuperarse las pinturas que faltan y vuelvan a su original sitio, donde permanecieron casi ocho siglos, y de donde no debieron salir nunca! ¡Un reflejo más de como se ha venido tratando, más bien maltratando, el patrimonio en este país durante muchos años!
