Ruta por Tierrantona y Muro de Roda
2-Nov-2017 – (17 km)
Nuevo paseo matinal por La Fueva, territorio que puede considerarse como una subcomarca dentro de la Comarca de Sobrarbe, un valle que, cada vez que lo visitamos y ya son unas cuantas, no deja de sorprendernos. Atesora en su interior un interesante patrimonio: tales como el conjunto eclesiástico-defensivo de Samitier sobre el espectacular congosto de El Entremón; el Castillo de Troncedo; la fabulosa iglesia de San Juan Bautista en San Juan de Toledo de la Nata; las iglesias y ermitas en cada uno de sus pueblos, cuyos orígenes se remontan a los siglos XIII/XIV hasta el XVIII; las casas defensivas, con sus llamativas torres y matacanes, que vienen a datar del Bajo Medievo; etc. Pero, sobre todos ellos sobresale el recinto fortificado de Muro de Roda, un conjunto defensivo y amurallado del siglo XI que todavía no habíamos visitado y a ello nos hemos puesto en el día de hoy.
El itinerario de hoy, con inicio y final en Tierrantona, pasando por el pequeño núcleo de Aluján y la fortaleza de Muro de Roda, ha transcurrido, en parte, por el GR-1, pero también nos ha llevado por una nueva senda abierta entre Aluján y Muro de Roda. Nos han dicho que dicho sendero se había terminado de limpiar ayer, día 1 de noviembre, por lo que todavía estaba falto de una adecuada señalización, pero con las indicaciones que nos habían transmitido sin ningún problema, un buen recorrido.
La Fueva, es como una gran cubeta natural (hoya o ‘fovea’, de donde podría derivar su nombre), completamente rodeada por las estribaciones pirenaicas. Su lado más septentrional lo cierra la Sierra Ferrera, una espectacular formación de piedra caliza, de más de 20 km de longitud, cuyo punto más occidental es la propia Peña Montañesa (2295 m). El este se halla acotado por la Sierra de Pallargüelo con el pico de Campanué (1549 m) como la altitud más sobresaliente. Los Tozales de Trillo o San Marcos (1088 m) y el de Palo (1173 m) la cercan por su parte más meridional. Su lado más al oeste lo cierra una estrecha elevación donde destaca Muro de Roda (1019 m), que sirve de separación con el embalse de Mediano en el río Cinca.
El número de rutas o paseos senderistas que hemos hecho por este territorio ya empieza a ser digno de tener en cuenta. Seguidamente, se proceden a detallar:
- Rañín – Rolespé
- Pano – Caneto – Trillo – Salinas de Trillo
- Faldas de Sierra Ferrera y Peña Montañesa. San Juan de Toledo y San Vitorián
- Tierrantona y alrededores. Alueza – Humo de Rañín – Rañín – Solipueyo
- Tierrantona – Palo – Presa de Mediano – Mediano
- Troncedo – Formigales – Morillo de Monclús – Tierrantona
- El Entremón
- Samitier – Castillo de Samitier – Mesón de Ligüerre
- Samitier – Arcusa
Aluján
Pequeño núcleo urbano, de unas pocas casas, es el primer sitio que hemo visitado. Destaca la monumental edificación de Casa Mur (siglo XV), una espectacular casa defensiva con un matacán adosado a una de sus torres.
Pueblo ubicado en las faldas del Tozal de Charo (992 m)
Junto a la caseta de un pozo, tomamos un camino, primero asfaltado y luego sin asfaltar, que nos lleva a coger una bonita senda que se va deslizando por las laderas del Tozal de Charo y siguiendo el barranco Cuello nos acerca hasta Cuello Pins (763 m), lugar donde la trocha se bifurca, un ramal va hacía Arro y L’Ainsa, por el barranco la Natiella hasta desembocar en el río La Nata, aguas abajo de Arro, y el otro se dirige a la ermita de San Vicente.
Nosotros vamos en el sentido de San Vicente. La senda discurre por encima del estrecho lomo de la sierra que separa las vertientes del Cinca y del río Usía en La Fueva. Un bonito trayecto entre pinos, que nos conectará con la pista que sube desde Tierrantona a Muro de Roda, junto a la restaurada ermita de San Vicente. Durante esta parte del trayecto, hemos encontrado restos de lo que podía haber sido una torre defensiva o de vigilancia, con buenos montones de piedras por los alrededores que bien podrían haber pertenecido a viviendas o a edificaciones auxiliares del posible recinto o conjunto militar.
Desde la ermita de San Vicente, una vez ya en la pista, solo nos quedaba ascender al ya cercano recinto fortificado de Muro de Roda, que cada vez teníamos más a nuestro alcance. Llegamos a la bifurcación de la pista, justo donde da comienzo el barranco de Fumanal, y por la derecha, siguiendo las marcas del GR-19, se puede ir hasta Griebal y L’Ainsa, y por la izquierda subiremos a Muro de Roda, pero, no obstante, nos encontramos con la grata sorpresa de que han habilitado una senda que va cruzando la pista, siguiendo la traza de lo que fue el antiguo camino de acceso al lugar.
A medida que vamos ganando altura, las vistas sobre los llanos de La Fueva son más espectaculares. Extensos campos de cultivo, fruto de la concentración parcelaria habida hace algunos años; grandes áreas margosas con profundas cárcavas y muy erosionadas; una abundante vegetación arbórea, de carrascas, quejijos y pinos, muy típica del ambiente Mesomediterráneo. Disfrutamos de unas buenas vistas sobre la extensa cubeta que se empezó a formar hace unos 6 mills/años, al ir abriéndose paso el Ebro en su búsqueda del mar. El río Usía ha ido moldeando y haciendo sus terrazas en esta pequeña cuenca fluvial, teniedo que excavar el estrecho paso existente entre Humo de Muro y Palo, al ser materiales de más dureza, y poder verter sus aguas al río Cinca junto al Tozal de Monclús, en lo que hoy es el embalse de Mediano, un poco antes del impresionante modelado estructural del congosto de El Entremón.
Muro de Roda
Recinto fortificado (1019 m), que ocupa una extensa plataforma sobre un tozal que tiene excelentes vistas sobre los valles del Cinca y La Fueva. Desde aquí, se pueden distinguir perfectamente: Palo, Morillo de Monclús, Humo de Rañín, Rañín, Solipueyo, Buetas, Aluján, Alueza, Tierrantona, ….
Sus orígenes se remontan al siglo XI, como fruto de la política de expansión que llevó a cabo Sancho III de Pamplona y sus hijos Gonzalo I, rey de Sobrarbe y Ribagorza, y Ramiro I, rey de Aragón. Actualmente, está declarado Monumento Histórico Artístico desde el año 1979.
En su interior destaca la iglesia de La Asunción (siglo XII), con un triple ábside en su cabecera.
Dentro de lo que es el conjunto amurallado, que viene a formar una especie de estirado rectángulo irregular, alberga también lo que es la ermita de Santa Bárbara (siglo XVI), y una serie de viviendas en estado ruinoso, además de un cementerio. Parece ser, hasta hace tan sólo unas décadas todavía vivía gente aquí. Aún queda mucho por restaurar y, creemos, se podría tener el interior un poco más limpio, pues, hay restos de maderos y de embalajes, además de otros residuos.
Extramuros del recinto, a no mucha distancia, existe lo que fue la iglesia o ermita de San Bartolomé, con su claustro y una adosada casa del Concejo. Todo en ruinas.
Queda mucho por hacer en este lugar y esperemos no se demore en demasía una buena restauración y mantenimiento. Este sitio tan cargado de historia y La Fueva en sí, se lo merecen.