Ruta al Circo de Armeña

Subida al Circo de Armeña desde la zona habilitada como aparcamiento en la pista forestal que parte del mismo pueblo de Barbaruens. En dicho Circo se encuentra el Ibón de igual nombre, además de un refugio de alta montaña que se construyó hace ya algunos unos años.

El macizo de Cotiella, hace de línea divisoria entre las cuencas de los ríos Cinca (oeste) y Ésera (este), y junto con el del Turbón, componen una amplia barrera calcárea al sur de la denominada Zona Axial, con unas calizas formadas entre el Período Secundario (hace más de 200 mills/años) y comienzos del Período Terciario (unos 30 mills/años). Al sur del macizo de Cotiella se halla Sierra Ferrera, de la que forma parte la famosa Peña Montañesa con sus 2295 metros de altitud.

El recorrido de hoy, 1 de julio de 2015, de ida y vuelta, ha sido corto en cuanto a distancia pero intenso en lo que se refiere a esfuerzo físico, pues el desnivel existente superaba con creces los 500 metros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El camino es una prolongada ascensión, por entremedio de pinares y con unas muy profundas y verticales cortadas por nuestra margen derecha, que nos ha ido aportando unas excelentes vistas sobre lo que  es la depresión formada por el barranco o río de la Aigüeta y toda la serie de barrancos que vierten sus aguas en él y que componen su red dentrítica. En las laderas se pueden observar las grandes praderas dedicadas a los pastos, así como las bordas existentes. Las personas que tienen problemas de vértigo no lo deben de pasar muy bien cuando se asoman a contemplar el paisaje.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Toda la senda de subida es piedra suelta, hasta la Colladeta de Armeña, así como su posterior bajada al Ibón, por lo que resulta peligroso su tránsito, sobre todo en las bajadas, ya que conlleva un elevado riesgo de resbalar y su correspondiente caída. La vegetación es de tipo subalpina, la cual se desarrolla entre los 1600 y los 2300 metros, aproximadamente, y que se compone en su mayoría por pino negro, la cual finaliza en lo que se denomina pradera alpina, muy adecuada para la ganadería (los llamados “puertos”).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una vez hemos llegado a la “Colladeta”, por entre una verde pradera, las vistas del Circo de Armeña son espectaculares: en el fondo el Ibón de igual nombre, allá a lo lejos el refugio de montaña, y todo ello circundado por una inmensa pared de piedra caliza en la que sobresalen picos que superan con creces los 2700/2900 metros, siendo el Pico Cotiella (2912 m) el más alto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Realizada la bajada al Ibón, el camino que va hacia el refugio de montaña es un placer recorrerlo, pues, durante grandes tramos, vas pisando suelo de pradera, aunque, de vez en cuando, tengamos que ir atravesando algún que otro lapiaz.

Los Ibones son manchas de agua limpia, azul y transparente, que forman parte del entorno paisajística rompiendo la monotonía de unas superficies rocosas a menudo muy monótonas y con aspecto de aridez, los cuales suelen estar rodeados por orlas de hierba de pradera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El refugio montañero cuenta con todo lo necesario para poder pernoctar en él o para estar el tiempo necesario mientras se realizan por los alrededores algunas travesías. Tiene colchones, para varias personas, una gran mesa para comer con un banco corrido a su alrededor, una encimera para preparar la comida, un hogar bajo (con leña en el exterior), …. …., así como una emisora de radio; a muy pocos metros hay fuente de agua fresca.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde la cubeta del Circo de Armeña o lo que es lo mismo desde el Ibón que allí mismo existe, lugar en el que nos encontramos, hay muy poca distancia hasta el Ibón de Plan o Basa de La Mora, el cual se halla justo en la otra vertiente de la llamada “Crencha de la Armeña”; ambos ibones a los pies de los Picos La Ribereta (2689 m), La Picollosa (2712 m) y Punta Alta (2738 m), uno a cada lado y cuya vía de comunicación es a través de la Colladeta del Ibón (2348 m), a la que se accede por el llamado Ballón del Regal, entre Punta Alta (2738 M) y Peña Las Díez (2568 m).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ambos Ibones se hallan en el fondo de unas cubetas sobre-excavadas por la acción de un glaciar y quedaron rellenas de agua al retirarse los hielos. Dada la gran cantidad de derrubios que existen por las escarpadas laderas que los rodean, están sufriendo un imparable proceso de colmatación natural.

 

 

Afortunadamente, la gran mayoría de los ibones que existen en la Comarca de La Ribagorza no están alterados por la intervención del hombre, lo cual nos permite poder disfrutar de unos valores paisajísticos que están inalterados.

 

 

Durante el recorrido hemos podido contemplar varios lapiaces, que son formas en las que la roca caliza tiene una serie de acanaladuras u oquedades, de varios centímetros de profundidad, en los que, por lo general, la vegetación no está presente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El macizo de Cotiella, sobre todo el Circo de Armeña, nos muestra claramente lo que es todo un conjunto de láminas cabalgantes. La llamada “Lámina de Boixols”, que está representada en las sierras de Cotiella, Ferrera, Chía, Baciero, Turbón, Cruz de Bonansa y Berganuy, constituye una potente serie (de unos 2000 m de espesor, aproximadamente) de materiales calcáreos marinos de las épocas Jurásica y Cretácica (entre 200 y 150 mills/años). El Circo de Armeña, es un excelente observatorio de cabalgamientos, en el se van superponiendo los materiales de la época Cretácica (150 mills/años) sobre otros de la época del Paleoceno (65 mills/años) de la época Terciaria; el plano de cabalgamiento está situado a la altura del rellano ocupado por el Ibón de Armeña.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dado que es una zona calcárea, se suceden todo tipo de relieves subterráneos de tipología kárstica, como pueden ser  simas, cuevas y todos aquellos conductos por donde pueda circular el agua subterránea después de haberse filtrado por las dolinas, lapiaces y zonas permeables en general. Estas áreas de tipo calizo son sometidas a unos procesos de disolución de las rocas, que no siempre son apreciadas superficialmente. El agua circula por los sistemas subterráneos y aflora de nuevo a la superficie a través de surgencias, muchas de ellas se hallan en los fondos de cañones y barrancos (Congostos de Ventamillo o de Obarra, por ejemplo) algunas veces con grandes caudales (fuente de San Pedro, en LLert), y en otras resurgen con notables propiedades de tipo medicinal y que suelen ser aprovechadas por balnearios, como los de Benasque o Las Vilas del Turbón.

El pueblo de Barbaruens, es un bonito pueblo articulado urbanísticamente en torno a una sola calle, a media ladera sobre la vertiente del barranco de la Aigüeta dando la sensación de hallarse colgado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Entre este pueblo y el de Seira, hay un antiguo camino que los une y que forma parte del trazado del GR-15, el cual procuraremos hacer este mismo verano para conocer las profundidades del barranco y su exuberante vegetación. La Aigüeta de Barbaruens es un escarpado barranco que separa el macizo de Cotiella con la sierra de Chía la cual en estas fechas,  dicho sea de paso,  cubierta en sus alturas por un florecido y amarillento erizon también llamado escarpín, así como la llamada Cazanía que es una profunda zona de pinares. En este escarpado valle, antiguamente, hubo una incesante actividad de extracción maderera.

 

 

Hace más de 30.000 / 40.000 años, coincidiendo con las últimas glaciaciones, este impresionante valle fluvial estuvo cubierto por una lengua glaciar, ya que el Circo de Armeña albergó un modesto glaciar en el Pleistoceno, que lo fue erosionando y le dio el típico perfil en U, en forma de artesa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuando realicemos la bajada hasta Seira, desde el pueblo de Barbaruens, pasaremos por el antiguo monasterio de San Pedro de Tabernas, de gran relevancia en época medieval. Existen testimonios de que dicho monasterio ya existía en el siglo IX, aunque el edificio actual data del siglo XVI y en el XIX (1836) sufrió los efectos de la desamortización de Mendizaba; este monasterio, junto con el de Obarra, fueron anexionados al de San Victorián en el siglo XI por el rey Sancho Ramírez. Hasta principios del siglo XIII se celebraba aquí una importante feria ganadera y caballar, la cual fue trasladada a Graus por motivos que, en aquellos momentos, bien aconsejarían su traslado, ya lo fuera por temas económicos y recaudatorios, geográficos o de población. La feria de San Miguel, que se celebra todavía en Graus a finales del mes de septiembre, resultó ser, durante muchos siglos, de vital importancia para el desarrollo de la vida económica y social, no ya tan solo de Graus, sino de toda la Comarca y territorios aledaños; desafortunadamente, la feria ya no es lo que era, pues los nuevos estilos de vida y los cambios sociales habidos han contribuido a su decadencia.

Lamentablemente, hoy no queda prácticamente nada de lo que pudo llegar a ser o representar este cenobio, tan sólo lo que es el edificio del templo, pero al estar encajado dentro de un complejo ganadero particular pasa bastante desapercibido. Personalmente, yo no conocía este lugar y me he llevado una gran desilusión, no teniendo ganas de hacer ninguna fotografía del sitio dada la situación de abandono en que se encuentra. Cuando hagamos el recorrido por el tramo del GR-15, una vez que se me haya pasado el disgusto, procuraré visitarlo y hacer una adecuada reseña sobre este sitio preñado de historia.