Ruta entre el puerto de Cotefablo, Pelopín y Broto

Ruta entre el puerto de Cotefablo y Broto, pasando por la cumbre del Pelopín, el pueblo abandonado de Yosa y Oto de Broto
31-jul-2019 — Distancia: 14’74 km — 627 m de desnivel de subida y 1145 m de bajada.

 

  • ‘…Cuando Andrés vuelva a Ainielle —si es que vuelve algún día—muchos antes que él, habrán hecho lo mismo. De Berbusa, de Espierre, de Oliván, de Susín. Los pastores de Yésero. Los gitanos de Biescas. Los antiguos vecinos. Todos acudirán como buitres, a mi muerte, para llevarse los despojos de este pueblo en el que yo dejo mi vida. Romperán los cerrojos, las puertas. Saquearán las casas y las bordas, una a una. Los armarios, las camas, los baúles, las mesas, la ropa y los aperos, las herramientas de trabajo y los cacharros de cocina. Todo lo que, durante siglos, con enorme trabajo, los vecinos de Ainielle reunimos irá a parar poco a poco a otros lugares, a otras casas, quizá a algún comercio de Huesca o Zaragoza. Fue lo que ya ocurrió en Basarán y en Cillas. Y en Casbas. Y en Otal. Y en Escartín. Y en Bergua. …
          (Julio Llamazares. La lluvia amarilla)

En lo alto del Puerto de Cotefablo
En lo alto del Puerto de Cotefablo

 

Estamos en la parte más septentrional de esa pequeña área geográfica de la provincia ubicada entre los ríos Gállego y Ara, en la parte más oriental de la Comarca del Alto Gállego que linda con Sobrarbe, entre lo que son los aledaños del puerto de Cotefablo y las tierras del Valle de Basa. Una porción de territorio denominada: El Sobrepuerto, que se halla en contacto entre la Depresión Intermedia y las Sierras Interiores, donde abundan materiales que pueden datarse en la Era Secundaria o Mesozoica y sus típicas formaciones de la época, como son las ‘formaciones flysch’.

 

Valle del Sorrosal
Valle del Sorrosal

 

Nos habían comentado que no nos iba a defraudar la excursión, ¡y así ha sido!… Magníficas vistas paisajísticas de 360 grados abarcando una buena parte de la provincia; desde las altas crestas pirenaicas hasta la recortada silueta de la sierra de Guara allá en lontananza; desde las cumbres de los macizos de Cotiella y la Peña Montañesa hasta las más altas elevaciones de la Tierra de Biescas y sus aledaños, con la sierra de Partacua y la Peña Telera como telón de fondo.

 

Peña Montañesa
Peña Montañesa
Tierra de Biescas. Sobremonte
Tierra de Biescas. Sobremonte

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuando el cuerpo y la mente se hallan aptos para confiar el uno en el otro, al menos por unas pocas horas, y con las mochilas ajustadas a las espaldas, es el momento de iniciar la caminata, vamos a tener un buen día en cuanto al tiempo se refiere.  Comenzamos en el aparcamiento que hay a la entrada del túnel de Cotefablo por su lado más oriental. Una señalizada senda del PR-HU 117, nos lleva en rápida ascensión hasta encontrarnos con una pista rodada en lo alto del Puerto de Cotefablo (1599 m). Ya tenemos la primera dosis de lo que nos espera —preludio de lo que iba a venir más adelante—: un gran cuadro paisajístico, con la sierra Tendeñera / Tendenera como elemento destacado, la Tierra de Biescas por el oeste, el pequeño valle del Sorrosal al fondo y, allá a lo lejos, la Peña Montañesa y Cotiella.

 

En el puerto de Cotefablo
En el puerto de Cotefablo
Tendeñera
Tendeñera

 

 

 

 

 

 

 

 

Ascendemos por la loma que separa las depresiones hidrográficas de los ríos Gállego y Ara, por entre laderas margosas y abarrancadas, con abundancia de formaciones de Flysch, de los sarratos de Laturno y Fondalón camino de Pelopín (2007 m), pero antes tendremos que pasar por la base de la Peña Ronata (1943 m) y el collado de Forquiecho (1891 m). Vamos ganando altura y el panorama paisajístico se acrecienta:  además del espectacular macizo de Tendeñera / Tendenera —con sus picos Tendeñera (2847 m) y Otal (2705 m) como más sobresalientes—, aparece la Peña Telera (2762 m), con todo el cordal pirenaico como fondo (el macizo de Mondarruego, la punta del Taillón y sus 3144 m; los Cabietos con sus poco más de tres mil metros; la Brecha de Rolando a 2805 m; todo el macizo de Monte Perdido …). ¡Un espectáculo!

 

Sierra Tendeñera al fondo
Sierra Tendeñera al fondo
Peña Telera
Peña Telera

 

 

 

 

 

 

 

 

Llegados al collado de Forquiecho, ya podemos disfrutar, además, de las vistas sobre ‘el Sobrepuerto’. Ante nosotros una gran fueba, con el siempre fascinante Pico Oturía / la Oturía (1970 m) cerrándola por su parte más meridional, el cual marca también los límites con la Tierra de Biescas y el Valle de Basa. En su parte más occidental se halla el Pico Erata / A paré d’Erata con sus 2005 m y la ermita de San Benito en lo alto de la cumbre. El Pelopín con sus 2007 m, la Punta Monchoa (1962 m) y el pico Manchoya (2033 m) acaban por cerrar esta cubeta, en cuya ladera más septentrional se halla el abandonado pueblo de Otal, a 1465 m de altitud —un deshabitado núcleo que tenemos pendiente de visita, sobre todo para conocer su bonita y restaurada iglesia del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo—, ¡tendremos que organizar alguna ruta por allí!

 

Brecha de Rolando
Brecha de Rolando
Pico Oturia
Pico Oturia

 

 

 

 

 

 

 

 

Pelopín / Pilopín / Pilupín (2007 m)
(‘pueyo o cabezo lobuno’ —presencia de lobos—)

No acertamos con la senda de subida a lo alto del cerro, así que tuvimos que hacerlo, como dice el buen amigo de Gabriel: ‘a lo fiero’, es decir, ladera arriba y sin contemplaciones. Las laderas de este pico, así como todos los del entorno, se caracterizan por tener un gran tascal (prados de alta montaña con hierba corta, densa y fuerte, apropiada para el pasto del ganado).

 

Pico Pelopín
Pico Pelopín

 

Sobrecoge un tanto la visión del territorio del Sobrepuerto (ver post: Homenaje al Sobrepuerto), un territorio que ha ido muriendo poco a poco al ser abandonado por sus gentes. Una progresiva despoblación se inició tras la guerra incivil española. Los motivos de este fenómeno migratorio, se basaron principalmente en que: primero, el que la contienda se cebara en gran parte de sus núcleos, pues el frente bélico se hallaba estabilizado en el río Gállego, y segundo, que unos nuevos modelos económicos e industriales habían hecho acto de presencia y se iban asentando en la zona desde comienzos del siglo pasado

 

Pico Pelopín y la sierra Tendeñera como fondo
Pico Pelopín y la sierra Tendeñera como fondo

 

El éxodo masivo se da en las décadas de los años sesenta y setenta. Los habitantes de estas zonas marginales se encaminan esencialmente hacia Sabiñánigo, núcleo que se hallaba en plena expansión industrial. También hubo gente que se fue a repoblar los recién creados núcleos de colonización en las zonas bajas y más llanas de la provincia; siguieron en importancia Cataluña y ciudades como Zaragoza o Huesca, además de Monzón. Era lógica la huida de estos lugares, a la falta de comunicaciones y de unos mínimos servicios, había que añadir el régimen autárquico de subsistencia, con unas cédulas jurídicas que estructuraban a las familias desde tiempos remotos, centrándose en ‘la casa’ y en el trabajo no remunerado de los hermanos no herederos (los tiones). Los nuevos tiempos sociales, acabaron con este arcaico sistema.

 

Otal. Pueblo deshabitado
Otal. Pueblo deshabitado

 

Sentado en la cumbre, llegas a preguntarte: ¿cómo serán aquí las tormentas? Unas tormentas amasadas en las partes más altas y que iniciarán un lento descenso por las faldas de estos montes acompañadas de truenos y relámpagos, cruzando los valles y las barranqueras en su majestuoso paseo. Los que las hayan presenciado, se habrán podido figurar todo tipo de terribles majestades que llevan parejas esas repentinas tempestades que estallan a estas alturas y donde el retumbar de los truenos repercuten en todas las concavidades y recovecos del terreno. Según sea la gravedad del momento, con el ánimo sobrecogido llegaremos a creer incluso que los montes se desquician y que la tierra se abrirá bajo los pies, o que el cielo que, parece estar cada vez más bajo, se vuelva plomizo. Estas perturbaciones meteorológicas, a veces bastante violentas, acaban por descomponerse en unas largas y suavísimas notas de acordes distintos, como si fueran rumores de alas y con distintas armonías.

 

Pico Pelopín
Pico Pelopín

 

Alcanzamos el cercano puerto de Yosa (1927 m), por donde pasa el GR-15. La senda de bajada al despoblado de Yosa (1346 m) se ajusta a las ondulantes laderas de las barranqueras de Arraciete y La Cuasta que acaban en el profundo barranco de Yosa o de Otal. Buenas vistas de la cara este del Pelopín, así como de la Punta Manchoya y laderas del sarrato Tinoto —lugar donde se prodigaron las carboneras—.

 

Con el Sobrepuerto como fondo
Con el Sobrepuerto como fondo
Bajando al puerto de Yosa
Bajando al puerto de Yosa

 

 

 

 

 

 

 

 

Yosa de Broto

(Su toponimia puede derivar de: yeso. Hay otros pueblos con igual denominación aunque con distinto calificativo en la cercana Garcipollera  —‘Yosa de Garcipollera’— y en el Sobremonte de la Tierra de Biescas —‘Yosa de Sobremonte’ (ver post del blog)— .

De lo que pudo ser este pueblo, poco queda. Tan solo los esqueletos de algunas casas y uno de los lados de lo que fue la torre de la iglesia. Las inclemencias atmosféricas campan a sus anchas por entre los edificios, pues ya no hay tejados que cubran nada, ni puertas ni ventadas que nada guarden. No hay nada que recuerde los días de esplendor que pudo llegar a tener este lugar, cuyo desarrollo urbanístico no guardaba ningún orden preestablecido y que tan solo se ajustaba a las curvas de nivel del terreno, con unas calles laterales—si es que así pueden llamarse— pequeñas y cortas.

 

Bajando por el barranco de Yosa o de Otal
Bajando por el barranco de Yosa o de Otal
Yosa
Yosa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Todavía queda en pie un desmochado pilaret a la entrada del pueblo. Ya no hay cruz de hierro que reine en su parte superior. ¿Cuántas reuniones y charradas se habrán producido junto a ella y sentados sobre sus escaleras? ¿Cuántos perros ociosos la habrán rondado y estarían  tumbados sobre su basa en espera de ser llamados por sus dueños para la caza o a la espera de unos restos de comida?

 

Yosa
Yosa

 

El pueblo de Yosa va desapareciendo poco a poco de los mapas, aunque alguien pintó su nombre con pintura blanca y letras mayúsculas y grandes su nombre, en un intento de que no quede en el olvido. Sus habitantes se marcharon porque las condiciones de vida eran duras, carecían de unos servicios mínimos indispensables, no tenían un acceso en condiciones, ni agua corriente ni luz eléctrica, tampoco médico o cura, pues tenían que ir a buscarlos a Oto o a Broto.

 

Yosa
Yosa
Yosa. Torre de la iglesia
Yosa. Torre de la iglesia

 

 

 

 

 

 

 

 

El camino de bajada hasta Oto (931 m), es bonito y con mucha vegetación, con espléndidas paredes de piedra a ambos lados. Parece como si quisiera llevarnos sobre los pasos de los antiguos habitantes del lugar. Por aquí bajaban a la feria de Broto. ¿Cuántas de oraciones e invocaciones a la Virgen o a otros santos se habrán hecho por este más que trillado sendero y por los aledaños andurriales?

 

Yosa. Camino de Oto de Broto
Yosa. Camino de Oto de Broto
Camino de Oto de Broto
Camino de Oto de Broto

 

 

 

 

 

 

 

 

Llegados a Oto, donde sobresalen una imponente torre defensiva y su iglesia parroquial, poco queda para llegar a nuestro destino final, que es el pueblo de Broto.

 

Oto de Broto
Oto de Broto
Broto
Broto

 

 

 

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