Ruta por Luzás – Lascuarre
Los pueblos de Luzás y Lascuarre, aparte de la carretera A-2613 que une los ejes del Isábena (A-1605) con el Noguera Ribagorzana (N-230), tienen, además, una pista dura y sin asfaltar que sirve de comunicación entre ellos. Dicha vía de comunicación, que tiene alrededor de unos 9 kms., es por la que hemos realizado el recorrido de hoy, 26 de octubre de 2015, aunque como nos hemos ido desviado en alguna que otra ocasión, al final la ruta ha estado más bien rondando los 10 kms., bastante asequible y con poco desnivel.
La jornada ha sido de un persistente nublado, aunque al final han podido abrirse paso algunos tímidos rayos de sol.
Hemos iniciado el recorrido en Luzás, pequeña localidad adscrita al municipio de Tolva (junto a Sagarras Bajas, por donde estuvimos el pasado día 14) que cuenta con la iglesia románica de San Cristóbal (siglo XII) y la imponente Torre del desaparecido castillo (siglo XI) y que venía a formar parte de lo que era la línea de defensa de la antigua Ribagorza.
La iglesia de San Cristóbal (a la que no hemos podido acceder a su interior), tiene tres ábsides semicirculares siendo el central el de mayores dimensiones, los cuales están cubiertos por bóveda de cuarto de esfera. Destacan unos canecillos con cabezas estilizadas y algunos otros motivos ornamentales en los que sobresalen unas cornisas decoradas con ajedrezado jaqués.
En cuanto a la afamada Torre de Luzás, formaba parte de un recinto fortificado ubicado en lo alto de un cerro que, además de dominar toda la población, servía para controlar las vías de comunicación que existían a través de lo que era el paso del estrecho valle excavado por el río Cajigar (el cual desemboca en el río Guart, a la altura de Antenza, para acabar vertiendo sus aguas al río Noguera Ribagorzana, ya en el embalse de Canelles). Esta Torre, que ha sido restaurada hace unos pocos años, es de planta pentagonal al exterior y cuadrangular en su interior.
La pista que une los núcleos de Luzás y Lascuarre, discurre a los pies de la sierra de la Mellera (Mellera 1117 m) por su cara norte, y a partir del Tozal Gran (908 m) se dividen las vertientes de lo que es la del río Noguera Ribagorzana y la del río Isábena. Lo primero que nos encontramos a nuestra izquierda, en el sentido de Lascuarre, es la ermita de San Bendito (siglo XVIII) enclavada en lo alto de un pequeño cerro; dicha ermita, que tiene un remate piramidal, posee en su interior una pequeña hornacina donde existe un hueco por donde, en días de romería, los romeros tenían que completar un ritual que era el de recoger un determinado número de piedras e introducir la cabeza en el agujero, pues, de esa manera, se creía les iba a servir para estar preservados de cualquier tipo de dolencia relacionada con la misma.
En lo que es la vertiente de la cara norte de la sierra de la Mellera, abundan los bosques de carrascas y extensas repoblaciones de pinos. Estos montes, que son una extensión de lo que es la sierra de Laguarres, están enmarcados en lo que se denomina las “sierras exteriores”, que corresponden a lo que es la alineación más meridional de la corrillera pirenaica, en lo que podría considerarse como “la lámina del Montsec”.
Ya en el término de Lascuarre, nos hemos encontrado con dos ermitas, la primera: San Vicente, muy antigua y en ruinas, de estilo románico (siglo XI), en la que tan sólo se conserva parte del ábside y todavía se mantiene en pie una pared del templo, pero que ha venido utilizándose para usos agrícolas o ganaderos; en cuanto a la segunda de las ermitas, La Magdalena, se halla enclavada en el centro de una finca agrícola particular y está siendo restaurada en la actualidad.
Una buena parte del recorrido, atraviesa grandes extensiones de terrenos ganados a los bosques y que son cultivados, en su mayoría.
El pueblo de Lascuarre contiene todavía un buen número de muestras de la arquitectura popular y aún se conservan lo que es la antigua estructura y restos de lo fue su recinto amurallado y del castillo. Sobresale la iglesia parroquial, La Asunción (siglo XVI), a cuyos pies se extiende el casco urbano, que responde a unas formas constructivas de finales del gótico con las iniciales renacentistas; Portada de medio punto con columnas corintias que sostienen un frontón en forma de triángulo al cual flanquean unas hornacinas laterales y una esplendorosa torre de campanario con sus dos últimos cuerpos de forma octogonal y con un remate piramidal.
Muy cerca de la iglesia parroquial, en una explanada donde se realiza su tradicional y afamada feria, se levanta la ermita de San Martín, de estilo románico y que data del siglo XII.
Próxima al pueblo de Lascuarres, se halla la Torre de los Moros, ubicada en un lugar privilegiado donde puede obtenerse una bella estampa del valle que conforma el bajo Isábena, y sobre el que existe trazada la Ruta Circular 9 de Senderos de Ribagorza.
También existen las ruinas del Convento de La Piedad de la Orden de los Trinitarios, que data del siglo XVI y que actualmente se encuentra en ruinas. Este cenobio sufrió también los demoledores efectos de la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX.
La ermita de San Macario, ubicada en el despoblado de Salanova, muy cerquita de Lascuarre, también merece un recordatorio. Data del siglo XIII y también se encuentra en estado de ruina. No muy lejos de ésta, hay otra primitiva ermita, llamada San Macario El Viejo, la cual sirvió para el aprovechamiento y acopio de los materiales constructivos para “el nuevo San Macario”.