Ruta por las Cascadas del Valle de Pineta
El 24 de junio de 2016, hemos visitado el Valle de Pineta para subir hasta la espectacular Cascada del Cinca, que conforman las aguas bravas que descienden desde el glaciar de Monte Perdido (3348 m) y el ibón Marboré (2590 m). El barranco de los Churros de Marboré, con su vistosa sucesión de caídas de agua, junto a las canales y barrancos que bajan desde las alturas, como son: El Garien, La Bispeta, La Larri, …. …., y que con su unión dan vida al río Cinca.
El Valle de Pineta, es el perfecto valle glaciar, con su circo cerrado por las verticales paredes de la cara norte del macizo de Monte Perdido (Añisclo -3257 m-; Monte Perdido -3348 m-; Cilindro Marboré -3325 m-), el Pico Pineta -2859 m-, y la Punta el Garién -2718m-, para luego quedar encajonado el valle, por cuyo fondo discurre el cauce del río Cinca, entre las altas crestas que dan forma a las sierras de Espierba y la Sucas, con unas destacadas tucas que superan con creces los 2500/2700 m, con pronunciadas pedreras y canchales (también llamadas tarteras) en algunas de ellas, fruto de la meteorización o fragmentación de las rocas.
Nos hallamos dentro de los términos del Parque Nacional de Ordesa, declarado como tal en el año 1918 y ampliado en 1982. Dicha ampliación se hizo a raíz del “descabellado” proyecto de inundación del Cañón de Añisclo para su aprovechamiento hidroeléctrico, lo que motivo su reclasificación como Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Monte Perdido es el macizo calcáreo más alto de Europa y de sus elevadas cimas se derivan los maravillosos Valles de Ordesa, Pineta, Escuaín y Añisclo, con unos grandes contrastes de paisaje, profundas y estrechas gargantas, existencia de glaciares y todo tipo de fenómenos de tipo kárstico que se prodigan en unos valles de origen glaciar y que están cubiertos de bosques y praderas.
Hemos iniciado la subida a la Cascada de Pineta desde el aparcamiento que hay en la pradera, atravesando primero un profundo hayedo hasta alcanzar una pista rodada. Primero hemos tomado una senda que parte junto al puente sobre el barranco de los Churros, la cual no estaba muy bien marcada aunque sí señalizada con hitos de piedra, que nos iban marcando el camino a seguir. A medida que íbamos ganando altura, las vistas sobre el fondo del valle eran cada vez más espectaculares, y cada vez teníamos más cerca la Cascada del Cinca, que era nuestro principal objetivo del día. El rugir del gran salto, así como los ruidos de las aguas en su deslizar por el barranco, cada vez eran más audibles.
Nos quedamos un buen rato absortos disfrutando de la espectacularidad de la cascada así como de todo el entorno que nos rodeaba, con unas altas paredes pétreas cerrando el circo glaciar y chorros de agua que caían desde lo más alto así como de los grandes neveros que teníamos a nuestro alcance.
El río Cinca, en su recorrido por el fondo de este Valle de Pineta, ha ido formado un ancho cauce hasta que recibe las aguas del río Barrosa en Bielsa. Tiene una longitud total de unos 190 km hasta su desembocadura en el río Segre, una vez pasada la ciudad de Fraga, con un desnivel de alrededor de 3300 metros desde el principio hasta su final, siendo el gran colector de las aguas del Pirineo. Es un río muy alterado, ya prácticamente desde su nacimiento (embalse de Pineta), explotado además de maltratado pues se suceden las derivaciones de agua para los saltos eléctricos que se prodigan a lo largo de su cauce hasta los grandes embalses de Mediano (438 hm3) y El Grado (399 hm3).
El descenso desde la Cascada del Cinca, hasta la de La Larri, lo hicimos por un sendero muy bien marcado y atravesando unas zonas de profundo arbolado y de abundantes helechos.
Las Cascadas del barranco La Larri son una sucesión continuada de grandes saltos hasta su llegada a la pradera para juntarse con las aguas que bajan de los Chorros de Marboré en los inicios del río Cinca. Desde el puente de la pista rodada, donde se produce un gran salto de agua con gotas en suspenso que mojan a todo el que se halla por los alrededores, se inicia una senda de brusco desnivel y prolongado descenso hasta la pradera, donde, de vez en cuando, existen algunos balcones que nos permiten ver las espectaculares caídas del agua y las pozas escalonadas que se han formado.
Recomendable visita y recorrido por el Valle de Pineta, el cual tiene innumerables excursiones para realizar y unas excelentes panorámicas paisajísticas.