Acequias
¡SOBRARBE!…
Acequia del molino de Guaso
<Acequias>
Cuando los moros se dedicaron a mejorar y a potenciar el legado romano en materia de irrigación, además de desarrollar la agricultura del regadío y nuevos usos ganaderos, proliferaron las construcciones de infraestructuras movidas por las aguas, cuyas ondas iban, y van, emitiendo ligeros susurros en su deslizar pausado por estos canales ajustados a la orografía del terreno.
Las nuevas canalizaciones y distribuciones de las aguas, cambiaron por completo la fisonomía de los paisajes: extensas llanuras esteparias de color parduzco, son ahora grandes ‘manchas verdes’. Ancestrales sistemas de cultivo se llegaron a modificar, las costumbres sociales también, además de mejorar las condiciones higiénicas, alejar las hambrunas y lograr unas supervivencias más tolerables.
Los nuevos usos de las aguas llevaban parejos rigurosos turnos para los riegos, que fueron muchas veces motivo de conflictos y pleitos. Hubo renovados repartos en la adjudicación de las tierras y propiedades, creando un nuevo mercado al poner en circulación sus títulos de compra-venta.