Ruta entre L’Ampriu y el Ibón de Basibé
Ruta de subida al Collado (2277 m) y al Ibón de Basibé desde L’Ampriu en la Estación invernal de Cerler.
23-ags-2020 — Distancia: 9’25 km (ida y vuelta) — Desnivel acumulado: 440 metros
De nuevo por lo que son las pistas de la Estación invernal de Cerler. La excursión de hoy tiene su inicio y final en L’Ampriu, en lo que es una antigua cubeta glaciar cercada por los Picos de Cerler/Sarllé (2407 m), Gallinero (2732 m), Cibollés (2749 m), la Pala l’Estañ (2649 m) y las Tucas de Colatremosa (2815 m) y Pusolobino (2861 ). Entre la Pala l’Estañ y Colatremosa está el paso o el collado de Basibé (2277 m), uno de nuestros objetivos de hoy; el otro era acercarnos hasta el Ibón de Basibé (2263 m).

La subida al collado nos permitió disfrutar de unas vistas diferentes a las del día de la subida al Pico de Cerler (ver post de entrada en el Blog). A nuestro alcance todo el canal de drenaje del propio barranco de L’Ampriu hasta su encuentro con el de Remascaro antes de llegar al pueblo de Cerler, con unas excelentes vistas de las Tucas d’Ixeya (sobre 2800 metros de media) y del macizo del Perdiguero como fondo (3219 m) y también del de Posets (3369 m).


A medida que vas subiendo por la pista, que nos conducirá a lo alto del Collado, las vistas sobre el cercano Pico de Cerler van mejorando. Ese macizo al que los bloques de cuarzo y clorita le dan un color un tanto verdoso.

La pista nos lleva en ascenso por unas laderas desnudas y amarronadas, aunque en invierno el paisaje cambia totalmente al estar cubierto por un espeso manto de nieve. Los barrancos bajan con poca agua y silenciosos, no tienen el mismo brío que en la primavera, hace tiempo que no ha llovido.


Llegar a lo alto del collado nos permite descubrir nuevos horizontes: el Valle de Castanesa se abre ante nosotros (ver post de entrada en el blog). Unas colosales piedras y depósitos de derrubios adornan las laderas de las montañas, las cuales fueron arrancadas por impetuosas tempestades a lo largo de los tiempos, pues las cercanas cumbres, en la época invernal, se hallan cubiertas de nieve. Alegres y vistosas praderas tapizan el fondo del cercano Valle de Castanesa.


El Ibón de Basibé, a los pies de las imponentes laderas de la Pala L’Estañ y de la Tuca de Basibé (2729 m), es un residuo de lo que fue una potente cubeta glaciar, que ahora está en avanzado estado de colmatación.

Es un ibón en medio de verdes praderas, cuyo desagüe da inicio a la Aigüeta de Basibé descendiendo sus aguas hasta lo que son las Bordas de Castanesa para unirse allí con las de otros barrancos y dar forma al río Baliera.

Sentarse un rato sobre el frescor de la hierba que rodea al ibón, con la satisfacción de disfrutar de un excelente cuadro paisajístico que tenemos a nuestra disposición, es una cosa que no se puede describir en unas pocas frases, pues, no íbamos a tener espacio suficiente. La melancolía y el silencio de los cercanos valles es algo grande, no pudiendo procesar en el acto toda la información que van percibiendo nuestros sentidos en esos momentos, tenemos que guardarnos las impresiones para analizarlas más tarde con calma.


En el collado, vimos las máquinas que están abriendo camino para unir los Valles de Castanesa y Cerler, en un intento de hacer más grande la Estación invernal.

Una excursión recomendable. De recorrido corto y sencillo, no muy exigente en cuanto a desniveles. Si el día es bueno, las vistas son espectaculares.

