Ruta circular por Jánovas
Ruta circular por Jánovas, pasando por Albella, Planillo y San Felices de Ara
8-nov-18 — 13’5 km. Desnivel: 264 m
Un entretenido paseo con inicio y final en Jánovas para conocer este tramo del Valle del Ara, en lo que iba a ser el vaso de un pantano que, afortunadamente, no llegó a hacerse realidad. La Comarca del Sobrarbe ya ha tenido que sufrir bastante expolio con la construcción de embalses, centrales hidroeléctricas y el paso de unas autovías eléctricas que van en beneficio de otros territorios y que, en el último siglo ha supuesto la merma de las 2/3 partes de su población.

Lo primero que visitamos, y cruzamos, fue el puente colgante sobre el río Ara. Un puente inaugurado en 1882 y diseñado por Ramón Baldellou, un cura ingeniero al que llamaban “mosén acequias” —también llamado “mosén matafame”—. Este sacerdote nació en Torres de Ésera/Torrodésera en 1807 y, parece ser, está enterrado en Torre de Obato/Torrobato, donde ejerció su curato. Proyectó sistemas de riego para poner en regadío terrenos de secano y aliviar el hambre de la época, más de 30 proyectos y dos puentes colgantes —el otro puente está en Puente de Montañana, sobre el río Noguera Ribagorzana—. A pesar de su buen hacer, es esta la fecha en que todavía no ha tenido un reconocimiento oficial…, ¡qué menos que una placa conmemorativa! ¡De pena!

Jánovas
Un pueblo arruinado, que intenta renacer de nuevo, después de haber sido maltratado por la Administración durante décadas por la descabellada idea de construir un pantano en beneficio de una empresa hidroeléctrica y llevarse la energía al Gran Bilbao. Lo que tuvieron que sufrir sus vecinos ellos solo lo saben, con amenazas constantes, algunos golpes e incluso prácticas de tiro militares.


Actualmente, están rehabilitando algunas casas y acometiendo las infraestructuras públicas de vertidos y suministros de agua y luz. Dentro de unos años este pueblo habrá sufrido tal metamorfosis que será irreconocible, ¡para bien!


Un paseo por sus calles nos permite descubrir unas casas desventradas y sin tejado, de las que en muchas tan solo queda uno de los paramentos y con la yedra agrietando sus muros. Su iglesia parroquial (San Miguel, siglo XVI), está en fase de rehabilitación.


Tomamos el PR-HU 40, en el sentido de Ligüerre de Ara y Fiscal, que nos llevará hasta un nuevo puente colgante sobre el río Ara, que unía las poblaciones de Albella y Lacort. El camino discurre por un bonito paraje de robles y encinas.


Debido a las lluvias de los últimos días, los barrancos llevaban bastante caudal, lo que nos ha obligado a extremar las precauciones para cruzar. El terreno estaba blando y el ambiente muy húmedo.


El Valle del Ara ha visto transformado su paisaje por la abundancia de agua caída, presentando unas tonalidades más sombrías y opacas entre las brumas que se iban diluyendo, con el añadido de la variedad cromática otoñal. Las cimas de los montes querían asomar, aunque las nubes parecían querer agarrarse y dejar emerger tan solo los picos como si fueran islotes solitarios. El fondo del valle era una hondonada de verdes prados, donde pastaban las vacas tranquilamente.


Albella
Como no podía ser de otra forma, visitamos la ermita de San Úrbez, un santo nacido en Burdeos (Francia) y que llegó a tierras altoaragonesas en el siglo VIII. Eran famosos los romeros de este pueblo, con un objetivo claro: solicitar agua para los ganados y cosechas, tanto en sus peregrinaciones a Sastral (en Añisclo) como a Nocito, ambas tenían como punto de partida Albella. Los romeros acostumbraban a ser dos, debían realizar el viaje a pie, descalzos, en silencio y distantes entre sí.


Se está intentando recuperar el “”Camino de San Úrbez””, lo que se denomina la ruta urbeciana. Un itinerario de unos 100 km, que unirá Añisclo con Huesca, pasando por aquellos lugares que recorrió el santo. Un camino que recorrerá lugares bastante escondidos y de difícil acceso, salvo a Albella que se puede acceder bien. Fue un santo al que le gustaba los lugares solitarios y de recogimiento. Murió en Nocito. (Se recomienda la lectura del libro: ‘’El camino de San Úrbez”” —de Añisclo a Huesca por camino viejo—).


Como los caminos estaban embarrados y había que pasar por una zona de margas, decidimos ir hasta los pequeños pueblecitos de Planillo y San Felices de Ara por la estrecha carretera que los une. El arbolado y las vistas paisajísticas han sido extraordinarias. Una buena parte de los bancales, en los que antes había cultivos o huertas, están ahora asfixiados por las malas hierbas.


En Planillo destaca la iglesia de Santa Ana (siglo XVII), con un crucero de piedra en uno de sus lados de 1614.


En San Felices de Ara, la iglesia de Santa Ana (siglo XVII), preside la pequeña plaza.

Nuestro recorrido ha sido por la margen derecha del río Ara, por las faldas de la cara norte de la sierra de Gabardón. Justo enfrente, al otro lado del valle, teníamos lo que es el anticlinal de Boltaña, el llamado monte de Santa Marina, cuya cubre es el Pico Nabaín y sus 1799 m. Entre Santa Marina y el Tozal de Atiardo (1492 m) se halla el Valle de la Solana/la Bal d’a Solana cuyo lado norte está cercado por la sierra de la sierra de Comiello (1894 m) —al otro lado de dicha sierra tenemos el Valle de Vió/Ballibió—.


Un bonito recorrido para contemplar el valle del Ara que nos tiene que hacer reflexionar sobre lo acaecido en el pueblo de Jánovas y los también cercanos de Lacort, Lavelilla, …, todo por un pantano que nunca existió.
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/janovas-circular-30357222
