Ruta por Tierrantona, Palo y Mediano
Agradable el paseo de hoy, 2 de marzo de 2016, entre las poblaciones de Tierrantona, Palo y la Presa de Mediano, para terminar en el pueblo nuevo de Mediano, en parte coincidente con un tramo del GR 1 que atraviesa por este territorio. La distancia recorrida ha estado en torno a los 15 km., en la que hemos tenido de casi todo, caminos de rodadura en muy buen estado, tramos de carretera y unos prolongados trechos de senda, con algún que otro altibajo, pero, eso sí, siempre manteniendo unas excelentes vistas sobre la cercana sierra Ferrera y la Peña Montañesa con el macizo de Monte Perdido al fondo, cubiertos todos con un buen manto de nieve.
Nos encontramos en el Valle de La Fueva, una especie de subcomarca dentro de la propia Comarca de Sobrarbe, una gran cubeta natural rodeada por las estribaciones pirenaicas, entre la Comarca de Ribagorza, que la limita por el este con la sierra de Pallaruelo de por medio (con su pico Campanué -1549 m- como punto más alto), y el embalse de Mediano en el río Cinca, con el montículo de Muro de Roda entremedio -1019 m- por el oeste, encajonada entre la sierra de Ferrera -1827 m- y Peña Montañesa -2295 m- por el norte, y los tozales de Trillo -1096 m- y Palo -1173 m- por el sur. El Valle de La Fueva se subdivide, además, en lo que es La Fueva Alta y La Fueva Baja, la primera, más al norte, a los pies de la sierra Ferrera y que es drenada por el río La Nata, y la segunda, la parte sur, surcada por el río Usía, un río de poco caudal, y que desemboca en la margen izquierda del río Cinca, al lado mismo de la presa del embalse de Mediano.
Iniciamos el recorrido en el mismo pueblo de Tierrantona, cabecera del municipio de La Fueva. Su antiguo casco urbano se desarrolló en torno a su iglesia parroquial de la Asunción (siglo XII), el cual se encuentra bien conservado y con unas casas muy renovadas.
Un camino de rodadura, en muy buen estado, nos lleva por entremedio de fincas agrícolas, que hace unos años fueron objeto de concentración parcelaria, hasta las inmediaciones de Humo de Muro, pequeño núcleo que tiene un afamado establecimiento de hostelería y un mini-zoo, pero que no nos hemos adentrado en él, sino que hemos tomado la carretera para dirigirnos a la localidad de Palo (el motivo principal de dicho desvío, ha sido porque el río Usía bajaba con bastante agua y no teníamos ganas de remojarnos para cruzarlo). El río Usía, primero por la margen derecha y después por la de la izquierda, prácticamente no lo hemos abandonado en ningún momento, hasta su desembocadura en el Cinca a los pies del Tozal de Monclús.
Un recorrido por el pequeño núcleo urbano del pueblo de Palo, enclavado en las mismas faldas del Tozal de mismo nombre, ha sido nuestro siguiente objetivo del día. Destaca su iglesia de San Martín (siglo XVI) ubicada en lo más alto de la población y con unas espectaculares vistas sobre el verde valle de La Fueva.
En el mismo pueblo nace un camino que nos llevará a bordear toda la ladera, por la margen izquierda del río Usía, el cual discurre encajonado bastantes metros por debajo de nosotros, hasta que nos topemos con el Tozal de Monclús, justo ya en el embalse de Mediano.
El Tozal de Monclús, al que llegaremos por su lado oriental (llamado también “La Pirámide” por su cuasi perfecta simetría con dicha figura geométrica), es un lugar con bastante historia. En su cima todavía persisten algunos restos de una antigua fortificación o castillo (del siglo XI), el cual fue despoblado y destruido en el siglo XVI, al igual que el pueblo de igual nombre. Por estos lugares acontecieron, a principios de julio de 1320, la serie de tropelías desarrolladas contra la población judía del desaparecido pueblo de Monclús por parte de “Los Pastorells”, un “ejército” de pastores que provenían del sur de Francia, sin guía ni caudillo alguno, acudiendo a la llamada de una cruzada por parte del infante Alfonso, hijo de Jaime II, contra los moros del Reino de Granada, ya que éstos amenazaban con invadir el Reino de Valencia; “Los Pastorells”, saquearon todo tipo de bienes de laicos y clérigos, asesinando judíos, arrasando morerías y enfrentándose a las autoridades de la época sembrando el pánico allí por donde pasaban.
Abandonamos el GR 1, el cual continúa su camino hacía Ligüerre de Cinca a través del Entremón, para pasar por encima de la presa del embalse de Mediano. Sobre este embalse tenemos que decir que su capacidad de almacenamiento de agua es de 438 Hm3, inundando una superficie de más de 1700 Ha.
Comenzó su construcción en los años 20 del pasado siglo, aunque a un ritmo muy lento, retomándose el proyecto pasados unos años de la guerra civil y una vez hechas las modificaciones pertinentes. Durante la década de los años 50 se fueron desarrollando las obras y en el año 1959 se dieron por finalizadas, aunque en el 1974 se efectuó un nuevo recrecimiento.
La realización de este embalse (un proyecto, como tantos otros, tan deseado por el llano y tan rechazado por la montaña), supuso la emigración obligatoria para más de 800 personas, y si le sumamos el que se quería realizar en Jánovas, llegaron a 1500 las personas afectadas. Entre ambos produjeron el equivalente al 80 % de la despoblación que sufrió el Bajo Sobrarbe en la década de 1960/1970. Hay que tener presente que las tierras anegadas en Mediano, así como las expropiadas en Jánovas, eran las mejores y más fértiles de las correspondientes zonas, a las que habrían de añadirse las de los montes aledaños en los que se efectuaron grandes repoblaciones forestales.
El pueblo de Mediano, que da nombre al embalse, quedó sumergido en las entrañas de este gran almacén de agua, aunque todavía permanece en pie la Torre de la Iglesia de la Asunción (siglo XVI), la cual se ha convertido en todo un ícono del pantano y sirve, además, como una especie de medidor de las subidas y bajadas del nivel de las aguas, diciéndonos cuando son las épocas de sequía o de plenitud de lluvias según sean las reservas de agua. Otros municipios que también se vieron afectados por este embalse, fueron “Plampalacios, Arasanz, Gerbe, Griebal y Morillo de Tou” (aunque este último ha sido recuperado como centro vacacional).
Junto a la Torre de la iglesia, símbolo de los sobrardenses en particular y de los aragoneses en general, existe también sumergido un esconjuradero (siglo XVI/XVII), que solo aflora cuando la sequía aprieta y los niveles de agua descienden, a cuyo cobijo, durante siglos, se realizaban los rituales para esconjurar, es decir para ahuyentar o repeler las tormentas, las plagas y pestes, así como los malos espíritus, ….. , todo aquello que podía suponer un perjuicio en el discurrir de la placentera vida cotidiana o podía poner en peligro la supervivencia de la comunidad y de las familias que la integraban.
Muy cerca de la actual presa, existió el llamado “Puente del Diablo” (siglo XVI), que también fue engullido por las aguas. Se trataba de un puente con un gran arco central de medio punto y dos aliviaderos laterales. Como siempre ocurre cuando se hace referencia a la figura del Diablo, existe una vieja leyenda local sobre el pacto que hizo con éste el señor del pueblo para acometer la construcción de un puente en una noche antes de que cantara el gallo a cambio de entregarle la moza o mozas más bellas del pueblo y, como acostumbra a pasar, cuando faltaba por colocar unas pocas piedras el gallo cantaba y el Diablo quedaba derrotado.
Mediano fue inundado el 29 de abril de 1969, obligando a sus habitantes a una marcha forzosa y traumática. Como tantos otros pueblos que han corrido la misma suerte, al estar sumergido bajo las aguas, ya no aparece en los mapas, pero es imposible desterrarlo de la memoria. Sus antiguos moradores o los descendientes de ellos ya se preocupan de rendirle homenajes para que no caiga en el olvido, y las sequías que se vienen padeciendo se encargan de devolverlo a su original sitio, mostrando lo poco o mucho que queda del mismo. La Ronda de Boltaña, con “La Dama del Lago”, también le dio su particular homenaje. Hay un reportaje de Aragón Televisión, “La memoria ahogada”, que bien recoge los sufrimientos y penurias que tuvieron que padecer los habitantes de Mediano.
En la década de los 60 del pasado siglo, por obligación hubo de levantarse el “nuevo Mediano”, al lado de la carretera A-138.
En estos parajes, existió un antiguo puente de Monclús, desaparecido hace ya muchos siglos, y sobre el que existe la leyenda de que cayó sobre él asesinado (en 1044), D. Gonzalo, rey de Sobrarbe y Ribagorza, hijo de D. Sancho el Mayor, al que sucedió su hermano Ramiro, que llegó a intitularse a partir de entonces como “Rey de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza”, Ramiro I.