Ruta por el Valle de Otal
Ruta por el Valle de Otal
8-ags-2018 — 14’50 km
Un paseo por el Valle de Otal, que es prolongación de la ruta que hicimos por el Valle de Bujaruelo hace apenas un mes. Partimos desde la explanada del parking en San Martín de Bujaruelo, cruzamos el robusto puente sobre el río Ara para continuar el GR-11 por su margen izquierda. Después de pasar el barranco Sandaruelo, nos adentramos en las bonitas praderas de Fenal y Laña Larga hasta llegar al puente de Oncins y cruzando de nuevo el río Ara nos adentraremos en el espectacular valle de Otal.
Un paseo cómodo de ida y vuelta y un desnivel acumulado que no llega a los 400 m, rodeado por altas y desafiantes montañas y tapizado de verdes praderas. Por este valle descendía una lengua glaciar que, junto con la del cercano valle de Ordiso, potenciaban a la que bajaba desde el macizo de Vignemale o Comachibosa (3299 m) por lo que hoy son los estrechos del río Ara.
Tendremos que seguir adentrándonos por el GR-11, para conocer los valles de Cerbillonar, excavado por el Ara a los pies del macizo de Vignemale, y el de Ordiso, además de, ¿por qué no…?, terminar la etapa en Panticosa. ¡Todo se andará!
Lo cierto es de que tener en el grupo a dos experimentados senderistas da mucha confianza al resto que lo conformamos. Joaquín Araguás y Carlos Bravo, son como una ‘’biblioteca montañera’’ abierta a todo tipo de consultas. Conocen bien el territorio y dan todo tipo de explicaciones sobre la toponimia. No hay más que preguntar… ¡y ya tienes toda una descripción orográfica!
Las vistas al pico Taillón (3144 m) y los Cabietos (con alturas superiores a los 3000 m), han estado presentes en todo momento.
Una vez superada la pista y llegar al Paso de Coté (1616 m), se abre ante nosotros el bonito Valle de Otal, surcadas sus verdes praderas por el río de igual nombre y adornadas de perfectos meandros. Una gran vacada daba buena cuenta de los ricos pastos por allí existentes.
Este antiguo valle glaciar, se halla encajonado entre lo que son las estribaciones de la sierra Tendenera (2847 m) con una serie de picos en descenso paulatino hasta los 2000 m más o menos (como la Peña Otal —2705 m—, el Pico Royo —2377 m— o el Pico Turbón —2313 m—, entre otros), y las Fajas de Basarán y Ribera, que lo separan del colindante Valle de Ordiso (en los que la Peña de Ordiso —con sus 2317 m— y el Garmo de Azurillo —2274 m— son las elevaciones más prominentes. El anfiteatro del circo glaciar lo cierra el Rincón de la Paúl, donde en el barranco de La Paúl antes de dar forma al río Otal se dan unas bonitas cascadas.
Cuando podamos volveremos a visitar estos espectaculares parajes. Nos queda por conocer los ibones de Lapazosa y de Bernaturara, además de los Puertos Viejo y de Bujaruelo, antiguos lugares de paso con el país vecino, testigos mudos de muchas anécdotas a lo largo de la historia.